El abogado y el trabajador golondrina: que la Justicia los juzgue de igual manera

Hoy se conoció en Salta el cuarto caso de coronavirus y se planteó un desafío no menor para los responsables de impartir justicia en Salta. Que sus decisiones no estén teñidas de amiguismo, de sesgo clasista y vínculos con el poder político y/o económico. Un abogado capitalino y un trabajador golondrina de Colonia Santa Rosa, los imputados.

El primer caso positivo de coronavirus en Salta fue de un abogado de 40 años. Poco se supo del caso. Mucho hermetismo en la información oficial y por la presión social de una serie de denuncias, finalmente el abogado y sus amigos fueron imputados por impedir la propagación del Covid-19. Ingresaron al país, por la ciudad de Buenos Aires desde España y Alemania, zonas afectadas por la pandemia y omitieron aislarse por 14 días en la capital de nuestro país. Muy poco se supo después, casi nada del avance de la causa judicial.

El cuarto y último caso por ahora tiene como protagonista a un hombre de Colonia Santa Rosa. Un trabajador golondrina que en épocas de cosecha viajan a Río Negro. Trabajan y viven en condiciones paupérrimas para ganar unos pesos en su pueblo natal, changuear durante todo el año y volver al año siguiente. Con matices, al igual que el abogado incumplió con el mandato de impedir la propagación del coronavirus. Le compró un boleto con documentos adulterados a un empresario inescrupuloso y viajó escondido. "No comía hace dos días", comentó un periodista Güemes cuando fueron detenidos en esa ciudad. Uno de los intendentes de la zona les acercó agua y comida.

¿Cuál es la diferencia entre los dos? Ninguno cumplió con el protocolo vigente por la pandemia mundial. Los dos deberían recibir el mismo trato del Poder Judicial. Lamentablemente, estamos acostumbrados a una Justicia que mide, analiza y juzga con varas muy distintas, una justicia al servicio de los amigos, los ricos y poderosos. Con una mirada parcial, arbitraria y clasista. Ojalá, esta vez nos sorprenda.