La acusada, de 36 años y nacionalidad brasileña, confesó haber dado a luz a dos niñas en su baño sin atención médica. Una de ellas murió y la otra fue rescatada.
Los pescadores escucharon el llanto de la nena, que había sido escondida en una mochila por la persona que la arrojó al agua. Lloraron cuando la vieron que estaba viva.
La vida de cinco personas estuvo en peligro este fin de semana. La crecida del río Santa María llevó a que los jóvenes se resguarden en una orilla bastante alejada.
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