Un vecino notó que de su lavarropas salía agua turbia, al sacar la manguera del artefacto se dio con que la conexión estaba obstruida por una serpiente de más de 28 cm.
El río Caraparí, que abastece a la planta potabilizadora de la que dependen Aguaray, Mosconi y Tartagal, redujo drásticamente los caudales en los últimos días en los que no volvieron a registrarse precipitaciones.
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