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En la UNSa un docente gana menos que un trabajador de mantenimiento

Los docentes universitarios salteños adhirieron al paro que comenzó la universidad de Tucumán y dura hasta este viernes. Denuncian discriminación salarial, exigen aumentos y reconocimiento

Argentina es el país de la paradoja. Un hecho ya sabido hasta convertirse en lugar común. La más obvia y dolorosa es que en el (ex)“granero” del mundo hay millones de personas que padecen el hambre. 

Una más de estas peculiares contradicciones es que los docentes universitarios ganan prácticamente la mitad que el personal universitario no docente.

Un no docente o PAU (Personal de apoyo universitario)– en cuya categoría está tanto el personal administrativo cómo el de mantenimiento- gana en la máxima franja 20.622 pesos (2.570 dólares) con un plus de otros 5.155 (640 dólares) si posee un título universitario. Y esto sólo hasta agosto cuando se cumpla la segunda etapa de los acuerdos salariales, y los valores vuelvan a incrementarse. 

En tanto, un docente que es titular de cátedra y dedica 40 horas semanales a la universidad (frente a las 30 de un no docente) gana 10.981 pesos. Peor aún es la realidad del auxiliar docente de semi- dedicación, que es quien recién ingresa y trabaja 20 horas en la institución; en este caso su sueldo de bolsillo es de 3.229, valor inexistente en el escalafón no docente. 

Es decir que haber estudiado por 20 años, rendido exámenes y escrito tesis no es suficiente para ganar más –o igual, como los docentes pretenden- que un ordenanza, una secretaria o un bibliotecario que trabajan en el mismo edificio. Además los docentes tienen que defender su propio cargo cada tres o cinco años presentando trabajos de investigación y compitiendo contra nuevos postulantes, a diferencia de los no docentes que tiene puesto vitalicio. 

En estos días los docentes universitarios han realizado una huelga nacional para exigir un aumento de sueldo que les permita evitar ver su salario ahogado por una inflación que ronda el 30-35% anual. Lo que exigen es que el cargo de auxiliar docente de semi- dedicación pase de cobrar 3.229 pesos a 8 mil y que los demás cargos aumenten su ingreso en igual proporción. 

Mientras los docentes organizan huelgas, reúnen sus sindicatos y marchan hacia las sedes gubernamentales, los no docentes no tienen que mover un dedo. El gobierno nacional les otorgó un aumento salarial en estos días, mientras que los docentes tendrán que esperar hasta junio para poder abrir las negociaciones. “Se ha abierto una brecha muy grande entre los dos salarios y esto ha provocado un gran enojo en los docentes”, sostuvo Francisca Staiti, Secretaria Adjunta del gremio de la Universidad Nacional de Cuyo (FADIUNC).

Pedimos un aumento de sueldo, pretendemos un trato igualitario a los no docentes” explicó a el Mirador Cristina Romagnoli de la CONADU Histórica, uno de los gremios docente del país. 

Al respecto, Gerardo Álvarez, representante de la Universidad del Comahue, explicó que “se necesita una apertura urgente de la mesa salarial y en ese debate con el Gobierno lo que se pretende es una mejora salarial mínima del 40%”. 

El objetivo para los docentes en huelga es ser reconocidos como profesionales, a la par de sus compañeros de trabajo no docentes, sin discriminar que tipo de trabajo cumplan. “Los reclamos no buscan ni confrontar con el estamento no docente, ni mucho menos reclamar una baja de sueldo para los mismos; sino todo lo contrario: en todo caso equiparar nuestros sueldos básicos a los de ellos”, explicó a el Mirador Alejandro Ríos, docente de la Universidad Nacional de Tucumán. A lo que agregó: “(Buscamos) el reconocimiento del trabajo del docente más allá de su condición de persona que posee título universitario”.

La “fractura” salarial adentro del personal universitario en general es un peligro latente. “Lo que el Gobierno Nacional ha provocado con esta diferencia salarial es una división entre el personal de las universidades”, resaltó  Francisca Staiti.

El sector no docente tiene un muy buen salario y es el que ellos se merecen tener”, dijo Mario Fortuna docente de la Universidad Nacional de Tucumán. Si bien no “se meten en esa discusión”, como dijo Romagnoli, los docentes exigen un aumento de sueldo que superaría el garantizado a los no docentes.

La huelga invocada a nivel nacional por la CONADU duró tres días y finalizó con una marcha hacia la casa Rosada (la casa de Gobierno en el corazón de la ciudad de Buenos Aires). La provincia de Tucumán se destacó por disidencia y se determinó que los docentes irán a paro por tiempo indeterminado. “(Los docentes tucumanos) por ahí son más autodeterminados, los demás tenemos otros tiempos”, dijo Silvia Gasparini representante del gremio Adiunsa, que incluye a los docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Salta.

Por otro lado, mientras los no docentes trabajan sin las presiones de exigir condiciones salariales mejores, en las provincias del sur del país cada día de huelga docente es descontado del sueldo. Lo mismo ocurre en Salta. “La jurisdicción salteña estuvo más de un mes de paro (en abril) con un decreto provincial que marca que los docentes que se adhieren al paro están en el marco de la ilegalidad. Con lo cual se dan amenazas de descuentos y volves a trabajar tan sólo con la promesa de que no te descuenten pero sin un aumento significativo”, declaró Gasparini, quien además denunció situaciones de represión policial durante las marchas en la provincia.

El volante repartido por los docentes tucumanos.

Fuente: Diario El Mirador

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