De policía a sacerdote: norteño decidió dejar su trabajo para convertirse en cura

En un hecho sin precedentes en la provincia de Catamarca, se vivió un acontecimiento histórico el pasado 27 de octubre, con 200 años de historia policial en la provincia, cuando el Cabo primero Leandro Roldán, fue ordenado sacerdote en la majestuosa Catedral Basílica de la Virgen del Valle.

Desde temprana edad, Leandro estuvo vinculado con la religión, iniciándose como monaguillo en la Parroquia Santa Rosa de Lima. Fue ahí donde, según sus propias palabras, Dios sembró en él la semilla de la fe y la vocación sacerdotal. A lo largo de su vida, mantuvo su devoción mientras cumplía con su rol como policía.

Ingresó al cuerpo policial en 2008 como miembro de la banda de música, tocando el clarinete. A pesar de sus responsabilidades policiales, siempre estuvo ligado a su fe, y en 2015 decidió retomar su camino vocacional hacia el sacerdocio, informó Vía País.

Leandro, quien trabajaba como diácono en una parroquia del departamento de Santa Rosa, continuará su servicio como párroco. Su nueva tarea incluirá acercarse a la fuerza policial como capellán, brindando consuelo y apoyo espiritual al personal. Destacó la importancia de acompañar desde lo espiritual a quienes enfrentan situaciones límites en su trabajo diario.

El día de su ordenación sacerdotal fue vivido con emoción por Leandro, quien compartió su felicidad por ver realizado el sueño de su consagración después de ocho años de estudios en el seminario.

En un mensaje a la comunidad catamarqueña, el nuevo sacerdote instó a mantener la esperanza, el amor y la fe en momentos complicados a nivel mundial y nacional. Hizo hincapié en la importancia de sostenerse en Dios frente a las dificultades y la incertidumbre, destacando que, a lo largo de la historia, la humanidad ha superado situaciones difíciles.