Fin de subsidios estatales: Salta recibía 180 mil para sueldos de obispos

En una reciente entrevista exclusiva con Nuevo Diario, el portavoz de la Iglesia Católica en Salta, Oscar Ossola, examinó el impacto de la finalización de los aportes estatales que la institución ha dejado de percibir desde el año 2024.

La confirmación llegó el pasado martes cuando la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) informó que se había concluido el "proceso de renuncia de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares" a los fondos previstos en la Ley 21.950.

La mencionada ley, establecida en 1979, garantizaba asignaciones mensuales para los líderes eclesiásticos, definiendo un porcentaje del sueldo de un Juez Nacional de Primera Instancia para los arzobispos y obispos con jurisdicción en distintas circunscripciones territoriales de la Iglesia Católica Apostólica Romana.

En relación con el impacto específico en Salta, el vocero mencionó que el impacto fue mínimo, detallando que en diciembre se recibieron alrededor de 180 mil pesos en la Arquidiócesis de Salta. Esto incluía el sueldo del obispo, que no superaba los 50 mil pesos, así como el apoyo a 10 seminaristas, con un aporte de alrededor de 4.500 a 5.000 pesos para cada uno. Además, se destinaban alrededor de 10 mil pesos a las parroquias de frontera, consideradas como las más carenciadas.

Ossola subrayó que desde ese año se han llevado a cabo campañas para desmitificar la idea de que el Estado sostenía económicamente a la Iglesia Católica. Explicó que el 95% de las parroquias en Salta no recibían aportes estatales, destacando que esta ayuda era exclusivamente para esos grupos específicos.

El padre enfatizó que los subsidios recibidos anteriormente eran mínimos y se dirigían a un reducido número de entidades eclesiásticas. Señaló que los obispos eran menos de 140 en todo el país y que el apoyo a los seminaristas equivalía a los ingresos de los trabajadores estatales en el escalafón más bajo.