Una acequia trae más agua: la triste situación del río Pilcomayo en Salta

La lamentable situación del río Pilcomayo, en el tramo salteño es fuente de una crítica, debido a una serie de factores, como los desmontes, altas temperaturas, falta de lluvias y cauces sin agua en los afluentes bolivianos que lo alimentan. Esto llevó a una baja histórica en los niveles del río, lo que afecta a campesinos y comunidades originarias en la provincia de Salta.

Según los especialistas, la única solución a corto plazo sería la llegada de lluvias en la cuenca alta del río. Sin embargo, las noticias desde Bolivia no son para nada alentadoras. El río San Juan del Oro, principal afluente del Pilcomayo que se origina en el sur de Potosí y Tarija, se encuentra completamente seco, con cero metros de caudal.

Este fenómeno se debe al extremo calentamiento, alta evaporación de las pocas precipitaciones y la pérdida de vertientes que alimentan el sistema de los ríos Pilcomayo y Bermejo. La expansión de la ganadería en las zonas altas contribuyó a esta degradación ambiental y la pérdida de recursos hídricos.

La problemática no se limita solo al río Pilcomayo; porque también el río Bermejo, cuya cuenca también nace en Bolivia, enfrenta desafíos similares. Si esta situación persiste, el panorama podría empeorar en el próximo año. Según Luis María de la Cruz, del Sistema de Alerta Temprana del Río Pilcomayo, en las condiciones actuales, el Pilcomayo "es un río que nos está queriendo dejar, prácticamente".

"Debido al avance de los grandes desmontes, los pequeños productores se desplazan cerro arriba y se va generando una degradación en el ambiente y la vegetación y los suelos porque obviamente, deben hacer sus pequeños cultivos y tener las zonas de pastoreo más arriba", informó Luis María de La Cruz a CuartoPoder.

Esta situación tiene graves consecuencias para las comunidades que dependen del río para sus actividades agrícolas y ganaderas, así como para la biodiversidad de la región.

La falta de agua en el río afecta a la fauna y la flora que habitan en sus alrededores, lo que agrava aún más la situación. La sequía en esta región es un recordatorio de la importancia de abordar la gestión sostenible de los recursos hídricos y la conservación ambiental.