Aborto en Tartagal: Miranda Ruiz cargó contra un ginecólogo acusado de abuso sexual

A mediados del año pasado, un hecho ocurrido en Tartagal tomó trascendencia nacional. Es que una médica fue acusada de realizar un aborto contra la voluntad de una paciente. Por este hecho, la Justicia inició una investigación e imputó a la médica acusada que hasta estuvo detenida. A casi un año de este hecho, Miranda Ruiz rompió el silencio, negó las acusaciones en su contra y cargó contra un ginecólogo acusado de abuso sexual.

La médica del hospital Juan Domingo Perón de Tartagal apuntó contra el ginecologo Marcelo Cornejo. "Llegó una chica de 15 años que quería solicitar una ILE. Me cuenta que anteriormente había ido a un privado con Marcelo Cornejo, que es un ginecólogo que trabajaba también en el hospital, pero como objetor de conciencia", reveló.

"Me cuenta que él le dice ‘yo te lo hago, pero a cambio del aborto tené sexo conmigo tres veces por semana o me pagás 20.000 pesos'. Después, en el examen físico, abusó de ella. La chica finalmente no accedió a tener sexo con él y tampoco tenía plata para pagarle y así llegó a hacer la consulta al hospital. La Justicia de Tartagal no hizo nada con el ginecólogo. Nunca se investigó, hasta que pasaron muchos meses, y en marzo del 2021 hubo otro caso igual y se mediatiza lo que estaba sucediendo con Cornejo", reveló Miranda Ruiz según consigna Salta4400. 

La denuncia en su contra

La acusada por el aborto en Tartagal apuntó contra este especialista por el hecho del que se la acusa. "Cornejo, que me tenía entre ceja y ceja porque me había animado a denunciarlo y encima se expuso mediáticamente el caso, estaba de guardia el día que mi paciente expulsó el feto. Entonces, falsificó un documento de la historia clínica para evidenciar que el feto había nacido con vida", señaló.

Por último, aseguró que el arrepentimiento de la paciente que transitaba 22 semanas de embarazo no fue tal. "En medio de tanto amedrentamiento que recibía y para que dejen de molestarla, la paciente dice que se arrepiente. Pero no a nosotros, sino a sus familiares.Ella ratifica la voluntad con la psicóloga de que ese arrepentimiento no fue tal, que había dicho eso por amedrentamiento familiar, que quería continuar con la interrupción del embarazo y seguir tomando pastillas", sentenció Miranda Ruiz que cargó contra la justicia salteña.