Salta en la mirada del país por dos concejales detenidos acusados de abuso

Son dos situaciones que nos llenan de vergüenza y llegaron a los medios nacionales. Dos concejales salteños, uno en Orán y otro Joaquín V. González, ambos quedaron detenidos en causas de abuso en contra de menores de edad.

De acuerdo a lo que informó el Ministerio Público, la fiscal penal María Sofía Fuentes imputó al concejal oranense Héctor Ramón Barraza, acusado del delito de abuso sexual simple en perjuicio de una menor. El edil, de 38 años, se presentó a la audiencia de imputación asistido por su defensa particular y se abstuvo de declarar. Permanece detenido.

Del decreto de imputación surgió que Barraza, el mismo 26 de enero, habló con la adolescente, a quien le ofreció el trabajo de limpieza en el local comercial, que funciona en el municipio Pichanal. Después la tocó y la besó a la fuerza, todo mientras las víctima se negaba. 

En cuanto al otro caso, la fiscal penal de Joaquín V. González, María Celeste García Pisacic, imputó a Rubén Waldino Palmero, de 46 años, por la comisión del delito de tentativa de abuso sexual simple en perjuicio de un menor de 16 años. El acusado fue detenido y acompañado de un defensor particular, se abstuvo de declarar. La Fiscalía dio intervención a la Asesoría de Menores, que participó en la declaración testimonial de la víctima.

La intervención de la Fiscalía se produjo a partir de la denuncia radicada por el padre del menor el domingo último, después de que su hijo llegara al domicilio muy alterado y con sangre en las manos. El joven relató que fue interceptado en la vía pública por Palmero, quien circulaba en motocicleta sin patente. Ofreció llevarlo al río Juramento, donde supuestamente sus amigos estarían bebiendo. El menor se negó y siguió caminando, pero fue interceptado nuevamente por el acusado en otro sector, donde le ofreció llevarlo hasta su domicilio, por lo que su hijo accedió y abordó la moto.

El acusado se desvió y lo llevó hasta el camino vecinal que lleva al paraje El Algarrobal, donde Palmero bajó y comenzó a amenazar, con un hierro en la mano, a la víctima con someterlo sexualmente, o lo mataría. Empujó al menor contra unas chatarras de autos y en ese momento el joven aprovechó para propinarle un golpe con medio ladrillo en la cabeza. Después de un forcejeo, el chico resultó con lesiones y logró escapar.