Misterioso secuestro del taxista en Salta: con quiénes y porqué se fue a Bolivia

El secuestro del taxista Carlos Pelegrino, de 30 años, mantiene ocupados desde hace algunos días a los investigadores del Ministerio Público Fiscal de Salta. Luego de seguir las pesquisas, ayer se concretó la detención de tres sospechosos, entre ellas un familiar. Con algunas de estas personas salió de viaje desde Salvador Mazza hasta el otro lado de la frontera, en territorio de Bolivia. 

Ayer, posterior a las detenciones, el fiscal federal de Orán José Luis Bruno informó que los detenidos son familiares entre sí -y uno de ellos, además, es familiar de la víctima- y que están radicados en la provincia de Neuquén, donde fueron aprehendidos a pedido de la fiscalía y por orden del juez federal de Garantías de Orán,

El secuestro extorsivo fue denunciado el 7 de diciembre en el fuero provincial ante la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, en la ciudad de Tartagal. El hombre había sido captado cuando salió el 6 de diciembre. 

Según el relato de la madre del taxista, ese día llegó a su casa un familiar con su pareja, con quienes su hijo se fue con destino a Bolivia. Sin embargo, horas más tarde llamó afligido y les pidió a sus familiares que reunieran 28 mil dólares que debían entregar a las personas que lo tenía cautivo.

Horas después, a las 18.00, una hermana del taxista acordó un encuentro en una plaza de la ciudad de Tartagal para la entrega del dinero. Para el intercambio, la mujer fue acompañada de su pareja, quien intentó -sin éxito- detener a la persona que fue enviada a cobrar el rescate.

Tras este frustrado paso, los secuestradores amenazaron con matar a Pelegrino si volvían a intentar detenerlos y, para dejarlo en claro, enviaron audios y videos del taxista visiblemente golpeados y aterrado por la situación que atravesaba.

Videos

En los videos, Pelegrino insistió en que debían pagar el rescate y que no avisen a la policía, pues que los sujetos que lo tenían cautivo eran peligrosos y habían amenazado con cortarle un dedo u otra parte del cuerpo, grabación que generó mayor temor en los familiares del taxista.

Posteriormente, la familia intentó otro encuentro para pagar el rescate, que también se frustró debido a que la persona que tenía que recibir el dinero dijo desconocer sobre esa entrega, lo que indicó que los secuestradores no eran del todo profesionales. Asimismo, llamó la atención la suma exacta solicitada y en moneda extranjera, lo que dio a sospechar que los secuestradores eran familiares, o bien, tenían algún vínculo con el entorno más íntimo de la familia del taxista.