Regresó de trabajar y se encontró con lo peor: "Su hija y su mujer estaban..."

Cerca de las 19 horas de ayer, Nazareno Nicolás Barros llegó a su casa en Lavalle, Mendoza y se encontró con una terrible tragedia: su esposa e hija ahorcadas, colgadas del techo de un dormitorio y sin vida.

Qué habrá pasado por la cabeza de Marisol Laura Jofré (26) nunca nadie lo podrá saber con certeza, apenas se podrán tener aproximaciones. La joven mató a su hija de 6 años, Iris Ángeles Barros Jofré y luego se suicidó en su casa. El esposo de la mujer y padre de la niña fue quien descubrió los cadáveres. "Está destruido el hombre", confió uno de los investigadores que llegó hasta el lugar.

La vivienda donde se produjo el asesinato seguido de suicidio está ubicada el paraje La Asunción, a unos 200 metros del centro de salud de la zona. Nazareno Nicolás Barros, marido y padre de las víctimas, llegó a su casa durante la tarde noche. "Había estado trabajando en un puesto cercano de su tío", contó una fuente. Ingresó a la vivienda y se dirigió a su habitación. Encontró el horror, el dolor y la incomprensión.

Su esposa, Marisol, estaba colgando con un alambre al cuello de un palo rollizo del techo. Su hija también colgaba, pero con un pañuelo del cuello. Nazareno Barros comenzó a gritar, a pedir ayuda. Esos desgarradores gritos fueron escuchados por el cura párroco de la zona, Carlos Javier Salomone.

El religioso entró a la vivienda. Vio la desgarradora escena que tenía también a un hombre llorando a gritos y pidiéndole explicación a la vida. El párroco y Nazareno descolgaron los cadáveres. A Marisol la bajaron al suelo y a Iris la pusieron en la cama. Intentaron sin éxito buscar alguna reacción.

El cura llamó al 911 para informar que una mujer se había suicidado y que antes había matado a su hija. El padre de la niña estaba devastado. Mientras, los peritos, policías y personal judicial trabajaban en el lugar.

La fiscal de Homicidios Andrea Lazo, quien estaba de turno, llevó al lugar para interiorizarse de la dramática situación e investigar si realmente había sido un homicidio seguido de suicidio.

En ese sentido, primero establecieron que Marisol Laura Jofré nunca había realizado denuncia alguna por violencia de género. En esa línea, fue activado el protocolo de femicidio, que es una medida de rigor. De este modo se puede descartar la intervención de terceros o de un crimen mediado por violencia de género.

Luego, al hablar con familiares los investigadores obtuvieron una información fundamental sobre el estado emocional de la madre de la niña.

"La mujer padecía depresión. Estaba bajo tratamiento psiquiátrico y habría dejado de tomar la medicación ", según trascendió. Como ocurre en hechos tan duros, se les toma declaración a los familiares, y en este caso al esposo y padre de la niña, cuando estén en mejores condiciones emocionales. Cuando se lleve a cabo esta instancia, la Fiscalía podrá tener una perspectiva más cercana sobre cuál problema psiquiátrico condujo a Marisol Jofré a matar a su pequeña hija y luego suicidarse, publicó el medio Mendoza Post.