Indignación por el protocolo arbitrario de UCASAL: "Protege sus bolsillos y no a sus empleados"

El apresurado anuncio de la Universidad Católica de Salta sobre rendir finales de forma presencial desató una cadena de inconvenientes tanto para estudiantes como para los trabajadores. La puesta en marcha de esta nueva modalidad convocó a casi todos los empleados, y según contaron a Que Pasa Salta, los límites han sido cuestionados.

"Están haciendo que un colega de 62 años vaya, solo exceptúan de ir a los mayores de 65 años aun cuando el decreto diga que el límite es 60", explicó un trabajador de la UCASAL que solicitó mantener su identidad en reserva por miedo a represalias.

La falta de transporte para los estudiantes no ha sido limitación para que la Católica concrete la idea caprichosa de finales presenciales. "No solo a los mayores, sino también hacen ir a quienes están exceptuados por otros problemas de salud, yo tengo una enfermedad y tengo que ir las 8 horas si o si", lamentó.

Pero esto no es lo único, a la fecha no se conoce el protocolo vigente realizado por los especialistas para la casa de altos estudios, y mucho menos se supo quién será el organismo de control para el cumplimiento de las estrictas normas de seguridad. Sobre esto, el trabajador relató un panorama preocupante: "Estamos todos pegados, sin elementos de protección, compartimos teléfonos, computadoras, papelería y constante comunicación con los estudiantes. Estamos con más posibilidades de contagio", aseveró.

"La UCASAL protege su bolsillo, no así a sus empleados", disparó.

Asimismo, aclaró que no dejaron de trabajar en ningún momento y que la cuarentena por el contrario aumentó la carga laboral para los empleados, en medio del miedo por descuentos salariales. "Parece que solo somos un número más", finalizó.