¿Qué le pedirías?

Gauchito Gil: el barrio salteño donde hasta los niños le rinden culto

En diferentes zonas de la provincia como en el país se realizan fiestas en honor al santo popular.

En el día del "Gauchito Gil", muchos salteños rinden honor en diferentes barrios de la ciudad en medio de la pandemia. "El gaucho te da una mano, no es malo como algunos dicen", señala Karen una de las creyentes que cada año rinde homenaje en su domicilio en zona sureste. 

La mujer se hizo devota hace cinco años luego de que uno de sus tíos, quien viajaba a Corrientes, empezó a contarle la historia del Gauchito. Por esa razón, en Villa Lavalle junto a los vecinos de la zona realizan diferentes ofrendas en su día. 

Asimismo, algunos transeúntes que pasan por el lugar frenan sus autos, motos o bicicletas para prender una velita en forma de agradecimiento y también realizar nuevas peticiones. 

¿Quién fue el Gauchito Gil?

Antonio Mamerto Gil Nuñez, hijo de José Gil y Encarnación Nuñez, nació un 12 de agosto de 1847, en Mercedes, provincia de Corrientes, en una zona que en guaraní llamaban Paiubre.

Se dice que amaba los bailes y las fiestas, en especial la de San Baltazar, el santo cambá, que era devoto de San La Muerte, que tenía un excelente manejo del facón y que su mirada hipnótica era temible para los enemigos y fulminante para las mujeres.

La historia registra que fue un peón rural, que sufrió los horrores de pelear en una guerra entre hermanos, en la Guerra de la Triple Alianza, y que luego fue reclutado para formar parte de las milicias que luchaban contra los federales.

La leyenda cuenta que Ñandeyara, el dios guaraní, se le apareció en los sueños y le dijo: "no quieras derramar sangre de tus semejantes". El Gauchito no lo dudó más y desertó del Ejército. Esa rebeldía, y conquistar a la mujer que pretendía un comisario, fueron algunos de los motivos de su sentencia de muerte. Le siguieron otras desobediencias intolerables para el poder de turno: se ganó el amor y la complicidad de la peonada correntina que lo empezó a conocer como a un justiciero, como a un héroe que protegía a los humildes, que robaba a los ricos para darle a los pobres, que vengaba a los humillados y que sanaba a los enfermos. El pueblo lo protegió, lo alimentó y lo cuidó hasta que lo capturaron.

Si bien cuesta entender cómo a este bandido rural lo capturó la policía mientras dormía una siesta luego de una noche de juerga en el marco de las fiestas por San Baltazar. Sus dos amigos fueron abatidos al instante de ser descubiertos pero al Gauchito Gil no lo entraron las balas. Lo salvó un amuleto de San La Muerte que colgaba de su cuello.

Con sus múltiples variaciones, los relatos orales cuentan que aquel 8 de enero de 1874 o 1878 para otros, decidieron trasladarlo a la ciudad de Goya para ser juzgado, pero en el camino, a 8 kilómetros de Mercedes, cambiaron los planes y los miembros de la tropa lo colgaron boca abajo en un árbol de la zona.

Ninguno de los presentes, soldados de origen humilde, conocedores y respetuosos de las andanzas del Gauchito, se animó a ejecutarlo. Finalmente, el coronel Velázquez, contra su voluntad y siguiendo órdenes de un superior, lo degolló. Dicen que su sangre cayó como una catarata que la tierra se bebió de un sorbo. En ese mismo instante nació el mito y su asesino se convirtió en su primer devoto.

"Con la sangre de un inocente se curará a otro inocente", le dijo el gaucho a su homicida antes de ser decapitado. El coronel, luego de entregar a las autoridades la cabeza de Antonio Gil, se fue a su casa y al llegar encontró moribundo a su hijo. En la desesperación recordó las palabras del gaucho y cabalgó a toda velocidad hasta la zona donde habían enterrado el cuerpo y puesto una cruz de ñandubay. Juntó los restos de la tierra todavía húmeda por la sangre, untó a su hijo con ella y ocurrió el milagro.

Esta nota habla de:

Comentarios

  • devueltapaquito

    Lo que hace la ignorancia?.

    Ver más

    Responder
  • Primero DIOS

    Adorando figuras paganas, cuatreros y marginales. Así nos va a ir.

    Ver más

    Responder
  • Ana

    Debería estar completamente prohibido que se dañe el cerebro de los pequeñitos enseñandoles estas fantasias absurdas primitivas incluidas las creencias en cualquier religion.

    Ver más

    Responder
  • MATERIA

    paganismo puro,ya la gente adora a cualquier cosa, se olvidaron de Dios, adoran a un mortal. y un esqueleto.. asi estamos, despues preguntan porque pasan tantas cosas malas,,,,,,

    Ver más

    Responder
  • ana

    Es el santo de los chorros.

    Ver más

    Responder
  • El Gaucho Lunari

    Gente tarada que cree en boludeces. Son tan estúpidos que tienen la cabeza sólo para que la lluvia no les entre por la garganta. Y cuánto más creen en yesos, más pobres e infelices son.

    Ver más

    Responder
  • Lucifer

    Típico de villeritos

    Ver más

    Responder
  • Cacho

    La peor muestra de ignorancia y superstición, lo mas bajo excepto el culto a san la muerte

    Ver más

    Responder

Tucomentario

Nombre

Más de Argentina