Productores salteños en peligro: el ingreso de cítricos de otros países profundizó la crisis
La medida ya genera preocupación entre los productores locales, incluidos los salteños.
Desde que el Gobierno nacional decidió liberar las fronteras para la importación de alimentos, la llegada masiva de cítricos provenientes de países extracontinentales como Turquía, Egipto y Sudáfrica comenzó a impactar fuertemente en el mercado interno argentino, especialmente en las provincias productoras como Salta, Jujuy, Tucumán y otras del norte y noreste del país.
Hasta hace pocos meses, los limones y naranjas que se encontraban en góndolas y verdulerías provenían en su mayoría de campos locales o de países limítrofes como Chile y Brasil. Sin embargo, esa situación cambió abruptamente. Según un informe citado por el diario Tiempo Argentino, la importación de limones creció un 2.745% interanual en marzo, superando por amplio margen el ya alto aumento del 185% en el ingreso de alimentos importados en general.
La situación genera especial preocupación en las economías regionales. "Las principales provincias productoras de cítricos son Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Formosa, Misiones, Entre Ríos, Corrientes y también Buenos Aires. Desde allí se abastece el mercado interno, se elaboran subproductos y se exporta en grandes volúmenes", señala el informe.
El ingreso de productos extranjeros a precios mucho más bajos es uno de los factores que más inquietan. Por ejemplo, mientras el limón chileno se nacionaliza a 1,43 dólares por kilo, el egipcio lo hace a tan solo 0,86 centavos, una diferencia que vuelve casi imposible competir.
A este panorama se suman también las importaciones de naranjas egipcias y españolas, que aumentaron más de un 700% en el primer trimestre de 2025. Esta situación ya impacta en el superávit comercial de frutas como el limón y la naranja, que hasta hace poco generaban más de 550 millones de dólares anuales combinando exportaciones de fruta fresca, aceites y jugos.
Si bien el volumen importado aún no supera a la producción nacional, los productores alertan que la tendencia ya está marcada y temen por las consecuencias a mediano plazo: pérdida de competitividad, baja en los precios en origen y un freno a la inversión en el sector.
La preocupación se extiende también a gobiernos provinciales y municipales, como el de Salta, que monitorean de cerca la situación en defensa de uno de los sectores económicos más importantes del NOA.
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