Una joven denunció a Alejandro Sanz: llanto desconsolado

Alejandro Sanz quedó en el centro de una fuerte polémica luego de que Ivete Playà, una joven española de 26 años, compartiera en redes sociales un testimonio donde relata una compleja relación personal con el cantante. En el video publicado en TikTok, la joven asegura que conoció a Sanz siendo menor de edad y que el vínculo con él evolucionó hasta convertirse en íntimo y sexual.

"Todo empezó en 2015. Yo era su fan y él me comenzó a seguir, me comentaba fotos, me mandaba mensajes privados. Tenía 18 años cuando nos vimos en privado por primera vez, él tenía 49", contó Ivete. Según relató, su admiración por el artista la llevó a seguirlo por todo el país, hasta que en algún momento fue contratada por él para trabajar. No se especificó el rol que desempeñaba, pero sí destacó que dejó su hogar en Barcelona para instalarse en Madrid, motivada por el supuesto vínculo con el cantante.

La joven sostiene que, aunque en ese momento pensaba que estaba viviendo "un sueño", con el tiempo todo se transformó en una "pesadilla". En su testimonio expresó: "Me siento engañada, utilizada, humillada. Me siento incluso sucia por no saber quién pudo haber visto lo que yo le mandaba en mi más absoluta intimidad". Dando a entender que compartió con Sanz contenido íntimo, sin detallar si fue con consentimiento o bajo presión.

Además, cuestionó la actitud del cantante al declarar: "Creo que se siente por encima del bien y del mal. Esto es peligrosísimo, porque todo el mundo se lo consiente". En ese marco, también citó una frase de Sanz en una entrevista con Vanity Fair: "A veces lo hago (huir de los problemas) y me llevo a gente por delante". Para Ivete, ese comentario retrata cómo se sintió tratada.

El testimonio generó múltiples reacciones. Algunos usuarios señalaron la diferencia de poder y edad como una señal de abuso de influencia, mientras que otros consideraron que, al tratarse de una relación entre adultos, no habría motivo para una denuncia pública. Frente a esto, Ivete aclaró en una historia de Instagram: "Quiero aclarar que todas mis declaraciones se refieren exclusivamente a actitudes y comportamientos moral y humanamente inaceptables. En ningún caso he culpabilizado ni pretendo culpabilizar a Alejandro Sanz de ninguna conducta delictiva".

Por el momento, Alejandro Sanz solo se limitó a expresar un breve mensaje en redes: "Qué pena...", sin dar más detalles ni declaraciones públicas al respecto. La historia, sin embargo, sigue dando que hablar, con opiniones divididas y un debate abierto sobre los límites del poder, la admiración y el consentimiento en relaciones marcadas por la desigualdad.