Cada 23 de Abril se celebra a San Jorge: porqué y patrono de qué es

El 23 de abril marca un día festivo para muchas iglesias en honor a San Jorge, uno de los santos más icónicos y reconocidos en la cultura popular. Su imagen montando a caballo y enfrentando a un feroz dragón ha perdurado a lo largo de los siglos, pero ¿cuál es el verdadero significado detrás de esta historia?

Según el santoral católico romano, Jorge nació en Capadocia alrededor del año 280 en una familia cristiana. Se unió al ejército romano y, cuando el emperador Diocleciano emitió un edicto de persecución contra los cristianos en el 303, Jorge se negó a renunciar a su fe y sufrió terribles torturas antes de ser decapitado.

La leyenda del dragón surge varios siglos después de su martirio, durante la época de las cruzadas en Europa. En esta versión, Jorge aparece como un valiente soldado que salva a una doncella sacrificada al dragón, símbolo del paganismo o incluso del invierno en algunas interpretaciones.

Aunque las leyendas sobre San Jorge se difundieron ampliamente, especialmente a través de la "Legenda Áurea" de Jacobus de Voragine en el siglo XIII, la Iglesia católica dejó de reconocer la historia del dragón como parte de la vida del santo en el siglo XVII. Sin embargo, la figura de San Jorge continúa siendo venerada por su valentía y devoción.

El 23 de abril también es un día especial en el Vaticano, ya que marca el onomástico del Papa reinante. Desde la elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa Francisco en 2013, el Día de San Jorge se ha convertido en una fecha festiva en el Vaticano.

Además de su importancia religiosa, San Jorge es honrado por diversas tradiciones y culturas en todo el mundo. En Cataluña, se celebra como la Diada de Sant Jordi, donde se regalan libros y rosas en recuerdo de dos grandes escritores, William Shakespeare y Miguel de Cervantes, quienes murieron en esta fecha.

La figura de San Jorge trascendió las fronteras religiosas y se ha convertido en un símbolo de valentía y heroísmo. Su legado perdura en la memoria colectiva, recordándonos que, a veces, enfrentar nuestros propios "dragones" puede llevarnos a actos de grandeza y fe inquebrantable.

Las personas al verlo decían que era valiente y que "en verdad vale la pena ser seguidor de Cristo". Al momento de morir el santo dijo: "Señor, en tus manos encomiendo mi alma". Cuando escuchó que le cortarían la cabeza se alegró porque tenía muchos deseos de ir al cielo y estar junto al Señor. El santo siempre estaba en oración.

El santo es protector de los agricultores, arqueros, escultistas, herreros, prisioneros, entre los circenses, montañeros, soldados, entre otros. También se le reconoce como el protector de los animales domésticos. Es además, el patrono de la lucha contra la maldad.