Dolor absoluto: revelaron de qué murió la esposa de un queridísimo periodista

En la mañana de este sábado, Silvia Liceaga, la esposa del conocido periodista de espectáculos Carlos Monti, falleció después de una larga lucha contra la leucemia, una enfermedad que le diagnosticaron en 2016.

La dolorosa noticia se dio a conocer a través de un breve comunicado emitido por APTRA, la asociación periodística a la que pertenece el veterano conductor de "Rumores", y una de sus hijas: "Lamentamos informar el fallecimiento de Silvia Liceaga, esposa del querido miembro y ex directivo Carlos Monti, y madre de la socia Milagros Monti".

La comisión directiva de la entidad periodística detalló que, seis años atrás, tras ser diagnosticada con leucemia, Silvia fue sometida a un trasplante de médula. En los últimos tiempos, su salud la llevó a permanecer en cuidados médicos en su hogar.

En este difícil momento, expresaron su apoyo a Monti y su familia, ofreciendo sus condolencias y elevando una oración en memoria de Silvia.

Silvia Liceaga se casó con el reconocido columnista de "Desayuno Americano" (América TV) en 1981, con quien tuvo tres hijos: María Paz, Ignacio y Milagros. Tras el diagnóstico de leucemia, se sometió a un trasplante de médula. Sin embargo, en los últimos meses, su salud se deterioró, lo que la llevó a recibir atención médica en su hogar, siempre rodeada del cariño de sus seres queridos, quienes la despiden con profundo pesar.

En mayo de este año, mientras Pamela David y su equipo en "Desayuno Americano" (América TV) analizaban el valiente testimonio de Silvina Luna sobre la espera de un trasplante de riñón que lamentablemente no llegó a concretarse, el periodista Carlos Monti compartió con la audiencia la dura batalla que enfrentó su esposa debido a la leucemia, así como cómo la familia había atravesado estos últimos seis años.

"Mi esposa fue trasplantada de médula hace 6 años debido a la leucemia", relató Monti frente a la audiencia, lo que dejó a todos en el estudio en silencio. Luego, explicó que lograron llegar al trasplante después del diagnóstico y que la médula trasplantada fue donada por su cuñado Ignacio, el hermano de Silvia. En un principio, todo parecía funcionar correctamente, aunque relató que el proceso de quimioterapia, que abarcó desde noviembre, cuando se le diagnosticó la enfermedad, hasta marzo, cuando se realizó el trasplante, fue muy doloroso.

Posteriormente, al borde de las lágrimas, Carlos Monti compartió la difícil noticia de que el cuerpo de Silvia, su esposa, rechazó la médula trasplantada, lo que llevó a un período de internación domiciliaria y una serie de tratamientos y cuidados constantes. Tres veces a la semana, Silvia asistía a Fundaleu para someterse a un tratamiento en el cual le purificaban la sangre, además de recibir una serie de medicamentos y cuidados especiales. Monti expresó que esta situación había transformado la vida de todos.