Dolor y tristeza: murió una de las glorias de Gimnasia

Diego Bayo, una de las figuras más destacadas en la historia del Club Gimnasia y Esgrima La Plata, falleció este martes a los 87 años tras haber estado internado debido a complicaciones relacionadas con una insuficiencia cardíaca. Su partida deja un vacío inmenso en el corazón de la institución y en el mundo del fútbol, donde era ampliamente querido y respetado.

Conocido por su brillante carrera como jugador y también como técnico tripero, Bayo dejó una huella imborrable en la institución. Durante su etapa en el Lobo, entre los años 1955 a 1958 y del 1961 a 1966, se convirtió en un verdadero ídolo, ganándose el cariño y la admiración de la afición albiazul.

El Club Gimnasia y Esgrima de La Plata expresó su pesar a través de las redes sociales, recordando a Bayo como capitán del legendario equipo del '62 y uno de los máximos goleadores en la historia del club: "Lamentamos el fallecimiento de Diego Bayo, una leyenda del Club. Capitán del recordado Lobo del '62 y uno de los máximos goleadores de la historia Mens Sana. Acompañamos a sus familiares y amigos en este difícil momento", escribieron en un sentido mensaje.

Paco Bayo, como era cariñosamente conocido, fue un referente clave en el equipo de 1962, un año en el que su desempeño fue fundamental, contribuyendo con goles y asistencias para el éxito del equipo, con el emblemático delantero "Tanque" Alfredo Rojas como otro protagonista. A pesar de su retiro temprano del fútbol profesional en 1967, a los 31 años, se mantuvo ligado a la actividad empresarial en La Plata.

Además de su rol como jugador, Bayo tuvo un paso como director técnico del equipo albiazul en un total de 20 partidos entre 1974 y 1975. A lo largo de su carrera, también dejó su huella en el Real Club Celta de Vigo en España y en Banfield.

El legado de Diego Bayo permanecerá por siempre en la memoria colectiva de Gimnasia y Esgrima La Plata, y su partida ha generado una ola de condolencias y mensajes de cariño en las redes sociales, reflejando el profundo respeto y afecto que inspiró en su paso por el club y en la comunidad futbolística en general.