Con razón hay preocupación: la grave enfermedad que tiene Miguel Ángel Russo

Miguel Ángel Russo será nuevamente el entrenador de Boca Juniors. El experimentado DT de 69 años, que acaba de cerrar su etapa en San Lorenzo, asumirá el desafío de dirigir al Xeneize por tercera vez, en un contexto cargado de urgencias futbolísticas y con el Mundial de Clubes a la vuelta de la esquina.

La confirmación de su llegada se produjo pocas horas después de que San Lorenzo fuera eliminado por Platense en las semifinales del Torneo Apertura. Con el aval del presidente Juan Román Riquelme, Russo y el club acordaron su vínculo este lunes, y se espera que el anuncio oficial se realice en las próximas horas.

Mientras tanto, el entrenador fue homenajeado en la sede del Club Lanús, donde compartió un emotivo acto junto a ex jugadores y dirigentes del equipo que en 1992 logró el ascenso a Primera División, con Russo como director técnico. El reconocimiento llegó en paralelo al cierre de negociaciones con Boca, que se movió con rapidez ante la salida de Fernando Gago.

Será su tercera etapa al frente del club de la Ribera, tras sus pasos en 2007 -cuando ganó la Copa Libertadores- y en 2020-2021, con dos títulos locales. En total, Russo dirigió 115 partidos en Boca, y ahora vuelve en busca de nuevos desafíos, en especial el Mundial de Clubes, que se jugará desde el 15 de junio en Estados Unidos. El debut será el 16 ante Benfica en Miami, seguido por los duelos ante Bayern Múnich (20 de junio) y Auckland City (24 de junio).

Una batalla más allá del fútbol: su lucha contra el cáncer

Más allá de los títulos y el reconocimiento, Miguel Ángel Russo es también símbolo de resiliencia. En 2017, cuando dirigía a Millonarios de Colombia, le diagnosticaron cáncer de próstata, una enfermedad que afecta a millones de hombres en el mundo.

El cáncer de próstata se produce cuando las células de esta glándula masculina crecen de manera anormal y pueden formar tumores. Es uno de los tipos de cáncer más comunes en hombres mayores de 50 años, aunque detectado a tiempo, suele tener altos índices de curación. Los tratamientos pueden incluir cirugía, radioterapia, terapia hormonal y quimioterapia, dependiendo del estadio y la agresividad del tumor.

En el caso de Russo, siguió un tratamiento con quimioterapia mientras aún estaba activo como entrenador. "Dos días antes me hacía una quimio en Bogotá y después salía campeón", contó alguna vez, con esa humildad que lo caracteriza. "Nunca quise que me traten diferente", agregó en otra entrevista, reflejando su voluntad inquebrantable de no dejarse vencer.

Su regreso al banco de Boca no solo representa una apuesta deportiva, sino también una historia de superación y coraje. Hoy, mientras el mundo Xeneize celebra su regreso, también acompaña con respeto y admiración a un técnico que pelea sus batallas dentro y fuera de la cancha.