A 11 años del "día negro" para el fútbol salteño: Juventud mandó al descenso al cuervo
En 2014, un clásico inédito y doloroso definió el futuro de los dos clubes más populares de Salta. Fue una final para no descender, que quedó en manos del Santo tras una dramática tanda de penales. El Cuervo cayó al Argentino B y marcó una de las postales más oscuras del fútbol local.
El 3 de mayo de 2014 quedó grabado en la memoria colectiva del fútbol salteño como el día negro. Fue el momento más bajo de una década signada por frustraciones deportivas y errores dirigenciales. Central Norte y Juventud Antoniana, dos de los tres gigantes de la provincia, protagonizaron una final impensada: jugaron un clásico para no descender. El Santo ganó por penales y condenó al Cuervo a jugar el Argentino B (ya extinto), la por entonces cuarta categoría del fútbol argentino.
El partido, disputado en el estadio Martearena ante cerca de 18 mil espectadores, terminó 0 a 0 tras 120 minutos de juego. Fue una batalla sin brillo, cargada de tensión y con dos expulsados por equipo. El momento decisivo llegó desde los doce pasos. Allí emergió la figura de Mariano Maino, arquero de Juventud y exjugador de Central, quien atajando el penal de Martín Aguirre selló la salvación del Santo y la caída del Cuervo.
Central Norte no descendió solo por esa derrota. La campaña había sido desastrosa desde el inicio. Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores compartieron una responsabilidad colectiva. El equipo dejó escapar puntos vitales como local y llegó al desempate obligado a ganar. La derrota en el clásico fue el último eslabón de una cadena de errores.
Mariano Maino, héroe y villano en la historia del fútbol salteño. Un excelente profesional.
Juventud Antoniana, por su parte, tampoco había hecho méritos para evitar esa instancia, pero tuvo la fortuna de contar con una figura clave en el momento justo. Maino fue héroe y símbolo de una salvación que se festejó como un campeonato, aunque solo representaba el alivio de no haber caído aún más bajo.
Paradójicamente, aquel día triste para el deporte salteño fue una lección de civismo en las tribunas. Las hinchadas se comportaron con altura, y más allá del contraste de emociones, no hubo disturbios ni incidentes de gravedad. Fue, quizás, la única luz en una jornada sombría, donde quedó en evidencia que la decadencia del fútbol local no estaba en sus hinchas, sino en sus dirigentes y estructuras.
Con el tiempo, aquel partido ingresó en el folclore futbolero salteño como un hito insólito e irrepetible. Pero también se convirtió en símbolo del derrumbe institucional que vivieron los clubes más importantes de la provincia.
El penal decisivo que atajó Maino.
Hoy, 11 años después, ese recuerdo aún arde en la memoria de los hinchas, como una herida abierta que marcó un antes y un después en el fútbol de Salta. Sin embargo, la "tortilla parece haberse dado vuelta", ya que Central juega en la Primera Nacional (segunda categoría) y el Santo, sigue en el Federal A y hace poco había descendido al Regional Amateur.
Año 2014, Salta no tenía representantes en las principales categorías de ascenso del fútbol argentino, ya que Central bajó al Federal B y se topó con Gimnasia y Tiro, mientras que el Santo, hoy a 11 años continúa atrapado en aquella categoría. ¿Podrá dar el salto?
Que hermoso que los bajamos a los caranchos
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ESTAMOS EN EL NCIONAL B ABANDONIANOS SIGAN PARTICIPANDO TE QUEDO
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Vas a descender a fin de año
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El horrible fulbito salteño
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Es Yupanqui jaja
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Jajajaja carancho la tenes adentro, mancha que no te la borras jamás
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Ojalá se repita!!!!
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