El mito que asusta a todos en el Vaticano: la celda del primer asesino
Habría sido capturado por una orden secreta de exorcistas. La historia y leyenda más temida de la Iglesia Católica.
Los pasillos del Vaticano no solo albergan siglos de historia religiosa y arte sagrado, sino también una extensa colección de mitos y leyendas que, aunque sin respaldo documental, siguen alimentando la imaginación colectiva. Uno de los relatos más inquietantes sostiene que Caín, el personaje bíblico conocido por haber cometido el primer asesinato de la humanidad, estaría prisionero en una celda oculta bajo los cimientos del Vaticano.
Esta historia, que no cuenta con respaldo oficial ni forma parte de los dogmas de la Iglesia, surgió de textos apócrifos y ha cobrado fuerza recientemente gracias a su viralización en redes sociales como TikTok, donde se presenta como una versión alternativa de los relatos cristianos tradicionales.
Según esta leyenda, una orden secreta de exorcistas habría capturado a Caín en el siglo XIII, tras siglos de vagar maldito por la Tierra. Desde entonces, estaría encerrado en un lugar denominado "la Prisión de los Malditos", una cámara subterránea protegida por rituales ancestrales y puertas forjadas en hierro negro. Las cadenas que lo inmovilizarían, según se afirma, estarían hechas con fragmentos de la Lanza del Destino, el arma que según la tradición atravesó el costado de Cristo en la cruz.
Uno de los pasajes más estremecedores de esta leyenda incluye una frase escrita, supuestamente, por el propio Caín con sangre en los muros de su celda:
"Cuando la última campana suene, la sangre del primer asesino se mezclará con la de su descendencia y la humanidad conocerá el verdadero castigo".
La enigmática inscripción ha sido objeto de múltiples interpretaciones entre estudiosos del ocultismo y seguidores de teorías conspirativas. Algunos la ven como una profecía sobre un futuro apocalíptico; otros, como una advertencia sobre la naturaleza cíclica del mal.
Diversos relatos aseguran que sólo unos pocos miembros del alto clero habrían sido testigos de la presencia de Caín, y que incluso mirarlo a los ojos podría provocar una profunda desesperanza espiritual. Sin embargo, no existen registros oficiales, ni documentos reconocidos por la Santa Sede que respalden estas afirmaciones.
Como muchas otras leyendas que giran en torno al Vaticano -una de las instituciones más antiguas y herméticas del mundo-, este mito se mantiene vivo más por su carga simbólica y su valor narrativo que por pruebas tangibles. Su persistencia refleja el fascinante entrecruzamiento entre lo sagrado y lo misterioso, que continúa atrayendo a creyentes, curiosos y amantes de lo esotérico por igual.
otro mito mas...
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Allí los tendrían que alojar a Milei, Bullrrich, Pettovello, Francos, Adorni y a la hermanovia del loco, nos harían un gran favor a los argentinos
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Cómo venden humo éstos curas turbios.
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Todo en el catolicismo se basa en leyendas, mitos, fabulas, tradiciones.-
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Lo tengo como el homo eructus. Lo utilice para lancear el poro de tu señora
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Jajajaja,
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