Los milagros que habría hecho una salteña: "Puede ver y escuchar a.."

 En el corazón de Salta, a solo 10 minutos del centro de la ciudad, se encuentra el barrio Los Tres Cerritos, un lugar donde la fe y la espiritualidad se entremezclan en un halo de misticismo. Allí reside María Livia Galliano, una mujer que desde 1990 asegura tener contacto directo con la Virgen del Cerro, una advocación mariana única en su tipo.

La historia de María Livia comenzó hace más de tres décadas, cuando ella, con una vida sencilla y alejada de los focos religiosos, experimentó una serie de apariciones de la Virgen María. Estas visiones, según relata, no eran solo imágenes, sino que también incluían diálogos y mensajes celestiales. 

 A partir de esos encuentros místicos, María Livia se convirtió en una figura trascendental para miles de personas que buscan sanación y consuelo. Su fama se extendió por todo el país e incluso llegó a países limítrofes, atrayendo a miles de peregrinos que llegan a Salta con la esperanza de recibir una bendición o un milagro.

Son más de 600 los testimonios que dan fe de las "curaciones" que se han producido en el Cerro, según cuenta María Livia. Historias de ciegos que recuperaron la vista, paralíticos que volvieron a caminar y enfermedades graves que sanaron de manera inexplicable. Aunque la Iglesia Católica aún no ha oficializado su posición sobre las experiencias de María Livia, sus seguidores no dejan de crecer, impulsados por la fe y la esperanza que ella transmite. 

Con el paso del tiempo, se construyó una ermita en el Cerro, un espacio sagrado donde los peregrinos se reúnen para rezar, meditar y recibir la bendición de María Livia. En las celebraciones más importantes, hasta 20.000 personas se congregan en este lugar mágico, creando una atmósfera de profunda espiritualidad y fervor religioso.