La desesperada carta de la madre de un chofer de SAETA que hizo llorar a muchos

En una emotiva carta dirigida a la ciudad de Salta, la madre de un chofer de colectivo de SAETA hace un apasionado llamado a la comprensión y paciencia de los usuarios. En la carta, destaca las presiones y desafíos diarios que enfrentan los conductores, recordando a la audiencia que, detrás del volante, hay seres humanos con familias y responsabilidades. 

La carta dice lo siguiente:

Querida gente de Salta,

Espero que esta carta los encuentre bien y en buen estado de ánimo. Me dirijo a ustedes como la madre de uno de los valientes choferes de colectivo de SAETA, quienes día a día se esfuerzan por brindar un servicio esencial a nuestra ciudad.

Mi intención al escribirles estas líneas es pedirles, con todo el respeto que merecen, un momento de reflexión y comprensión hacia aquellos que conducen los colectivos que utilizamos a diario. Sé que la vida moderna nos exige ritmos acelerados, y muchas veces nos vemos inmersos en situaciones que nos generan ansiedad y estrés. Sin embargo, les ruego que recuerden que detrás del volante hay un ser humano.

Nuestros choferes trabajan bajo una presión constante, cumpliendo horarios e itinerarios e intentando lidiar con el tráfico y las condiciones climáticas. Son seres humanos que, al igual que ustedes, tienen familias y responsabilidades. Pasan varias horas fuera de sus hogares, enfrentando situaciones que nosotros, como pasajeros, muchas veces desconocemos.

Quiero pedirles, por favor, que tengan paciencia y comprensión. No sabemos qué desafíos enfrentan en cada jornada, pero sí sabemos que llevan consigo una carga emocional. Muchas veces, he visto a mi hijo llegar a casa después de su jornada laboral con lágrimas en los ojos por la presión que experimenta. Nadie merece ser tratado con agresividad ni con palabras hirientes.

Recuerden que, detrás de la boletera o del volante, hay alguien que siente, sufre y anhela volver a casa sano y salvo. Les pido, en nombre de todas las madres y familias de los choferes de SAETA, que brinden un trato amable y respetuoso. Todos estamos en esto juntos, y un pequeño gesto de compasión puede hacer una gran diferencia.

Agradezco su atención y comprensión.