No es salmonella: porqué hay tantos enfermos con diarrea en Salta

Coronavirus, dengue, zika, chikungunya y salmonella. Son algunas de las enfermedades que acechan a salteñas y salteños por igual. Aunque hay otra afección que presentó varios cuadros en las últimas horas. Se trata de una gastroenteritis habitual de la época, pero que este año parece afectar a más personas. 

La médica gastroenteróloga Norma Daniela Zelarayán advirtió que los casos son "típicos" de las altas temperaturas, la mala sanitización de alimentos y la cadena de frío de los mismos.

"La diarrea en esta época del año es motivo de consulta frecuente para los médicos en general y los gastroenterólogos. Esta enfermedad se presenta de manera aguda con la materia fecal más liquida o floja, o un aumento del número de deposiciones, generalmente más de tres veces por día. Suele estar provocada por las altas temperaturas y habitualmente por bacterias, aunque también puede ser producida por un virus", expone la especialista.

Y agrega: "En esta época estival las toxinas de las bacterias contaminan los alimentos, sobre todo aquellos donde no se ha conservado la cadena de frío y produce una diarrea que aparece entre los 30 minutos y seis horas después de la ingesta de este alimento. También puede producirse por el consumo de frutas y verduras mal lavadas o de agua contaminada. Es importante tener en cuenta que este tipo de diarrea llamada auto limitada dura entre dos y cuatro días y ante la cual tenemos que tener en cuenta que pueden haber síntomas de alarma, los que nos tienen que llevar a la consulta de manera urgente".

Síntomas

La diarrea puede asociarse a síntomas comunes como un dolor de tipo cólico o retorcijón, con urgencia defecatoria, náuseas y vómitos. Aparición de fiebre que no cede o preexiste, sangrado con la materia fecal, dolor abdominal muy intenso y deshidratación.

Prevención

Para evitar esta patología, hay que mantener una buena higiene de los alimentos, sobre todo la sanitización o lavado de frutas y verduras antes de su consumo; conservar adecuadamente la cadena de frío de las comidas; el lavado frecuente de manos y utensilios. No consumir agua o alimentos que sean de dudosa procedencia.