Maestra salteña denuncia vivir un calvario por los prestamistas colombianos : esto le piden

En Rosario de la Frontera, la inseguridad se ha exacerbado por la presencia de prestamistas colombianos que prestan dinero a tasas exorbitantes y recurren a la violencia para cobrar. Aunque no se sabe exactamente cuándo ni cómo llegaron a la ciudad estos prestamistas colombianos ni cuál es su situación legal e impositiva, su presencia es notoria, ya que operan públicamente con dólares y pesos argentinos.

La grave crisis económica que afecta a la región ha llevado a muchos residentes a recurrir a estos prestamistas. Sin embargo, quienes negocian con ellos se encuentran en una situación angustiante, ya que los intereses que imponen oscilan entre el 500% y el 1,000%. Un ejemplo es el caso de María Gómez, una maestra que recibió un préstamo de 150,000 pesos y, a pesar de haber pagado la deuda original, continuó siendo hostigada diariamente para pagar intereses por 1,800,000 pesos según dio a conocer diario El Tribuno. 

La situación ha llevado a personas como María a denunciar a estos prestamistas. Ella advierte a otros residentes que eviten caer en la trampa de los usureros colombianos y destaca la necesidad de buscar alternativas más seguras para resolver problemas financieros. Aunque no ha recibido amenazas de muerte, María ha sufrido un constante acoso y presión para pagar, incluso después de pagar una cantidad significativa de dinero.

Este tipo de préstamo ilegal, conocido como "gota a gota", se originó en Medellín, Colombia, en la década de 1990, y ha sido utilizado como una forma de lavar dinero obtenido por grupos criminales. Los prestamistas de "gota a gota" buscan asegurarse de que los intereses se cobren diariamente a través de la insistencia y, en algunos casos, la violencia.

María finalmente decidió denunciar la situación a las autoridades, y se espera que se tomen medidas legales para abordar este problema de usura. Ella insta a la comunidad a ser cautelosa y buscar soluciones financieras más seguras, ya que teme las posibles represalias de los prestamistas colombianos por su denuncia.