¿Y el dinero de la colecta por su búsqueda? Sorprendieron al novio de Priscila en el boliche

Salta vivió días de angustia y movilización por la supuesta desaparición de Priscila Margot Quesada, una joven de 20 años que, según su entorno, estaba embarazada de mellizas y debía someterse a una cesárea urgente. Pero la verdad terminó siendo mucho más cruda y desconcertante: Priscila nunca estuvo desaparecida ni embarazada. Todo fue una mentira. Y mientras crece la indignación, en las últimas horas se viralizó un video del joven Cristian -quien había recaudado fondos solidarios para "buscarla" en Buenos Aires- bailando y disfrutando en un boliche como si nada hubiera pasado.

La joven fue vista por última vez el viernes 16 de mayo en la ciudad de Orán, y durante días se tejieron versiones alarmantes sobre su paradero. La provincia entera se mantuvo en vilo. La denuncia fue radicada recién el lunes 19, y desde entonces se activó un amplio operativo de búsqueda, con intervención de fiscales, brigadas de investigación, fuerzas de seguridad provinciales y nacionales.

Finalmente, el martes pasado se confirmó que Priscila estaba sana y salva en una casa en Aguaray, acompañada de un hombre cuya identidad no fue revelada. La fiscal penal de Orán, Mariana Torres, indicó que no presentaba signos de violencia y que no estaba embarazada, echando por tierra una de las principales justificaciones para la búsqueda desesperada.

La revelación de la mentira generó un fuerte golpe emocional en la comunidad y una ola de indignación en redes sociales. Pero el escándalo se agravó aún más cuando apareció un video de Cristian, el joven que había pedido ayuda económica para ir tras su pareja, bailando en un boliche de Pichanal mientras todos se preguntan qué hizo con el dinero que le aportaron vecinos de buen corazón.

Como si eso fuera poco, Cristian publicó un llamativo descargo en sus redes sociales, donde intenta deslindar responsabilidades y hasta reconoce parte de su conducta: "Yo sí me equivoqué con ella, tengo mis voladas", escribió. También pidió que no se burlen del tema y agradeció a quienes lo ayudaron. Sin embargo, no dio ninguna explicación sobre el destino del dinero recaudado.

Vecinos y usuarios en redes sociales expresaron su repudio y exigen que se investigue si hubo algún tipo de estafa. "Jugaron con todos. Con nuestros sentimientos, nuestro tiempo y nuestro dinero", escribió una mujer en Facebook. "La gente ayudó con lo que no tenía, pensando que una vida corría peligro. ¿Y así pagan?", dijo otro.

La historia que comenzó como una tragedia ahora se revela como una burla cruel hacia todos los salteños. Mientras Priscila regresa con su familia sin enfrentar consecuencias aparentes, la confianza de toda una provincia quedó profundamente herida.