No te gusta tu nombre o querés cambiar el de tu hijo: esto dice la ley argentina

En la Argentina, cambiarse el nombre es posible, pero debe existir una causa justificada. Así lo establece el Código Civil y Comercial de la Nación, que permite iniciar una acción judicial para modificar o suprimir un nombre siempre que se demuestre que genera un perjuicio a la persona.

Esta posibilidad también aplica a menores. Por ejemplo, si un niño o niña de 10 años sufre discriminación, burlas o efectos negativos por el nombre que tiene, sus padres pueden iniciar el trámite correspondiente para solicitar un cambio.

En cuanto al orden de los apellidos, la ley permite elegir si el primero será el del padre o el de la madre. Si los progenitores no se ponen de acuerdo, se realiza un sorteo en el Registro Civil.

Por otro lado, la elección de nombres originales o poco comunes también tiene sus reglas. Algunos nombres que están de moda como "Goku", "Jamaica" o incluso "Miley" (inspirado en artistas o personajes famosos) pueden ser aceptados, siempre que no sean ridículos o extravagantes al punto de perjudicar a la persona. Sin embargo, nombres que sean apellidos -como "Miley", si se considera apellido- no pueden utilizarse como nombre de pila.

La ley es clara: la libertad de elección de nombres tiene un límite cuando puede afectar negativamente la vida de quien lo lleva.

El abogado Napoleón Gambetta explicó todos estos detalles en el programa Suma de la mañana, aclarando que el criterio más importante que se tiene en cuenta en estos casos es evitar daños psicológicos o sociales por causa del nombre.

Si tenés dudas o querés iniciar un trámite de este tipo, lo mejor es consultar con un abogado especializado en derecho civil o acudir al Registro Civil para asesorarte correctamente.