Cómo hacer un locro bien criollo para el 25 de mayo: te van a aplaudir todos
Descubrí los secretos para cocinar un locro perfecto y celebrar con sabor la Revolución de Mayo. Con ingredientes tradicionales y algunos trucos, esta receta se convertirá en la estrella de tu mesa.
El locro criollo es mucho más que un guiso: es un símbolo de identidad, memoria y encuentro. Cada 25 de mayo, fecha en que se conmemora la Revolución de Mayo de 1810, las ollas populares, las cocinas de las casas y los restaurantes se llenan de aromas inconfundibles: maíz blanco, zapallo, panceta, chorizo y carne. Una tradición que se renueva con cada cucharón.
Este plato emblemático de la cocina argentina tiene orígenes prehispánicos y andinos, pero fue adaptado por las poblaciones criollas tras la colonización. Con el tiempo, pasó de ser un alimento humilde a una comida típica en celebraciones patrias como el 25 de mayo, el 9 de julio y el Día del Trabajador.
Su preparación requiere paciencia, tiempo y una buena olla, pero el resultado es inolvidable: un locro pulsudo, de buen olor y sabroso, que se comparte siempre con otros, porque en cada porción hay historia y amistad.
Receta de locro criollo tradicional (para 6 a 8 porciones)
Ingredientes:
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40 cc de aceite
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200 g de panceta salada
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200 g de falda
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200 g de patitas de cerdo
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3 chorizos de cerdo
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3 chorizos colorados
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600 g de maíz blanco partido
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200 g de porotos pallares
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½ atado de puerro
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1 kg de zapallo
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500 cc de caldo de verduras (o añadir cebollas cortadas y pimiento)
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350 gr de blando
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60 g de pimentón dulce
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25 g de comino
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Sal fina y pimienta blanca molida al gusto
Para la salsa picante ("grasita colorada"):
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150 cc de aceite de maíz
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½ atado de cebolla de verdeo
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20 g de pimentón dulce
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30 g de ají triturado picante
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70 cc de agua fría
Paso a paso para un locro inolvidable
1. Dorar las carnes: En una olla grande con aceite de maíz, dorar la panceta cortada hasta que se torne crocante. Agregar la falda, las patitas de cerdo y los chorizos cortados en rodajas. Cocinar por 15 minutos y salpimentar con moderación.
2. Incorporar los granos: Agregar el maíz blanco y los porotos pallares previamente remojados durante 8 horas (cambiando el agua al menos 3 veces). Cocinar unos 5 minutos más.
3. Añadir vegetales: Sumar el puerro picado y, dos minutos después, el zapallo cortado en cubos. Rectificar sal si es necesario.
4. Agregar caldo: Incorporar el caldo caliente y el blando previamente hervido y cortado en tiras. Condimentar con pimentón y comino.
5. Cocinar a fuego lento: Cocinar entre 2 y 3 horas, espumando ocasionalmente y agregando agua caliente si es necesario. El zapallo debe deshacerse y dar espesor a la preparación.
6. La clave: el espesor: El locro estará listo cuando el zapallo se haya deshecho por completo y los granos estén tiernos. La textura debe ser espesa, pero fluida.
7. La grasita colorada: En una sartén, saltear cebolla de verdeo en aceite. Fuera del fuego, añadir el pimentón y el ají picante. Incorporar agua fría. Esperar a que la cebolla decante y usar solo el aceite saborizado para coronar cada plato.
Un plato con historia
El locro simboliza la resistencia cultural y la celebración de los orígenes. De los pueblos preincaicos que cultivaban maíz, hasta las cocinas patrias donde se convirtió en gesto de homenaje, esta comida une generaciones y reafirma nuestra identidad. No te olvidés de echar cebolla verde a gusto, pan, y obviamente "asentar" bien esta comida que es "pesadita".
Ya sea en una peña, en una olla popular o en la intimidad de tu casa, preparar locro es mucho más que cocinar: es recordar, compartir y celebrar.
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