La conexión secreta entre cerros, cruces y la masonería en Salta

En la ciudad, un enigma silencioso parece tomar forma entre cerros, plazas y monumentos. Lo que a simple vista podrían parecer simples detalles arquitectónicos, captó la atención de curiosos y vecinos observadores que sospechan de una conexión más profunda. Para algunos, estos elementos estarían relacionados con simbología de la masonería.

Todo comenzó cuando el equipo periodístico de Que Pasa Salta detectó la presencia de tres cruces ubicadas estratégicamente en diferentes puntos de la ciudad. La primera, y tal vez la más conocida, se encuentra en el Monumento 20 de Febrero, una estructura de valor histórico que data del siglo XIX. La segunda, más cercana a los cielos, se alza en la cima del Cerro San Bernardo, próxima al mirador. Pero es la tercera la que despierta más intriga: una cruz discreta en el Cerro de la Virgen, que muchos ni siquiera sabían que existía.

Al trazar una línea entre estos tres puntos se revela un triángulo perfecto. Y justo en el corazón de esa figura geométrica aparece un nuevo elemento que enciende la curiosidad: el monumento ubicado en la Plaza Árabe, también conocida como la primera rotonda del barrio Tres Cerritos. Allí se alza una estructura con simbología atribuida a la masonería.

El monumento contiene grabados que remiten a valores como la fuerza, la vergencia (o templanza) y la sabiduría. Estos atributos, presentes tanto en la tradición masónica como en algunas expresiones religiosas, podrían ser interpretados como un intento de sintetizar dimensiones espirituales diversas. Para los católicos, el triángulo también adquiere un valor profundo al representar la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Este cruce de simbologías, ubicado en puntos estratégicos de la ciudad y a menudo ignorado por quienes circulan diariamente por ellos, genera un aura de misterio. La disposición de las cruces, la geometría que trazan, y la presencia de un símbolo masónico en el centro, alimentan la idea de que no se trata de una simple coincidencia, sino de una planificación con significados ocultos que podrían remontarse a siglos atrás.