Investigan a médicos salteños por mala praxis y la muerte de dos bebés

A raíz de las denuncias, las que causaron gran conmoción entre los vecinos de Orán, la fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Orán, Claudia Carreras, informó el viernes pasado la apertura de una profunda investigación sobre la muerte de dos bebés.

De acuerdo a las actuaciones iniciadas, dos mujeres gestantes con embarazos a término dieron a conocer la muerte de sus hijos por mala praxis médica. En el primer hecho, ocurrido los primeros días de este diciembre, la madre denunció que por una supuesta mala práctica su niño nació sin vida.

El segundo hecho ocurrió el domingo pasado, siendo la víctima una niña que alcanzó a nacer, pero a las horas falleció. La intervención fiscal fue de oficio, a partir de una noticia criminis, puesto que la damnificada no realizó denuncia policial todavía, indicó Nuevo Diario.

Esta mujer denunció públicamente que luego de dar a luz, su niña habría sufrido complicaciones derivadas de una atención sanitaria deficiente durante el nacimiento. La bebé estuvo internada durante unas horas y luego falleció.

Para poder establecer lo sucedido, la fiscal Carreras dispuso numerosas medidas tendientes a lograr el esclarecimiento de estos hechos, entre las que se cuenta el análisis de las historias clínicas de las madres y de los niños fallecidos y entrevistas.

Cesárea

El segundo hecho, dado a conocer por Micaela Hernández, gira en torno a la decisión de los profesionales del hospital de privarle a la joven un parto a través de cesárea, lo que, según aseguró, estaba decidido por otros médicos que ya la habían tratado.

A esta situación, se sumaron varios episodios de maltrato dentro del hospital, en los cuales no sólo le negaron la cesárea, sino también otras atenciones básicas para el parto de su hija, cuidados que recibió de una mujer que acompañaba a otra paciente.

La joven aportó un crudo relato, en el cual describe las idas y venidas a las que tuvo que someterse, pues mientras un médico le decía una cosa, otro dictaba órdenes contrarias, sin que ninguno procediera con la cesárea, práctica que ya estaba prescripta.

Ni siquiera los enfermeros se salvaron de las acusaciones realizadas por Hernández, quien, por poco no da a luz a su hija en la habitación donde había sido confinada, donde permaneció retorciéndose de dolor y con pérdida de sangre hasta que finalmente fue trasladada al quirófano.

Recién cuando la situación ya estaba desbordada, hubo corridas de un lado a otro en busca de tratar de salvar a la niña, quien después de 15 horas de vida murió a causa del grave estado de salud consecuente de la falta de asistencia médica de su madre.