Adiós a las motos ruidosas: tránsito destruye los escapes a las secuestradas

Es polémica, sin dudas, pero trajo una buena aceptación. En el municipio de Rosario de la Frontera, decidieron destruir los caños de escapes ruidosos de las motos que son secuestradas por la Dirección de Tránsito municipal. 

La medida se suma a otras aplicadas tiempo atrás como el secuestro de la rueda delantera a las motos de quienes violaban el aislamiento en plena fase 1. 

"Nosotros ya venimos desde hace un tiempo haciendo esto, solamente que no lo hacíamos público por el mero rechazo de la gente, hay veces en que no se puede conformar a todos", señaló el director de la repartición, Carlos Salinas Ponce en diario El Tribuno. 

Los caños de escape son secuestrados a los menores de edad que realizan picadas en motos en los alrededores de la ciudad.

En ese sentido, Salinas Ponce manifestó que "casi todos están a favor, pero hay un par de individuos que incitan a realizar la denuncia, pero el tema es que esto es un llamado de atención a los chicos para que tengan cuidado y a los padres para que estén alertas y no les den dinero para comprar estos caños de escape".

De forma contundente, el funcionario recalcó: "No tienen dinero para el casco o para las luces de las motos pero sí para el escape, siendo que un casco ronda entre dos o tres mil pesos. Nos dicen que los cascos son caros pero hay que ser conscientes que la vida no tiene precio, una vez que nos morimos no hay vuelta atrás". 

"Cuando tomamos conocimiento de este hecho nos acercamos con la policía para cortarles el paso. No hacemos persecuciones porque las mismas pueden ser peligrosas, a veces más que cuando hacen las picadas. Esto es una actividad que nos beneficia a todos, pero si la gente no colabora es difícil. Con estas acciones pretendemos mejorar y cuidar la vida de los integrantes de la comunidad rosarina", explicó.