Abuelita salteña de 80 años vende rosarios para poder vivir

 Rosa, una encantadora abuelita de 80 años, se ha convertido en un símbolo de perseverancia y espíritu emprendedor en Salta. Jubilada con la mínima, Rosa vive junto a su hermana y se enfrenta a la difícil realidad de que los ingresos de su pensión no son suficientes para cubrir sus necesidades básicas.

Con determinación y amor por la vida, Rosa decidió poner en práctica su creatividad y habilidades manuales para generar un ingreso adicional. Así, comenzó a confeccionar y vender rosarios artesanales. "La jubilación no alcanza", comenta Rosa, "así que hago rosarios y mi hermana los vende. Trabajar es mi vida y mi diversión".

Los rosarios elaborados por Rosa no solo son una fuente de ingresos, sino también una expresión de su fe y devoción. Quienes deseen adquirirlos pueden hacerlo en su hogar, ubicado en Santa Fe 444. Además de su destreza en la creación de rosarios, Rosa también comparte su pasión por el canto, lo que añade un toque especial a su historia.