"Nación tiene un saldo de $1.800 millones a la provincia en cuestiones de vivienda"

En medio de la incertidumbre generada por la decisión del Gobierno nacional de disolver la Secretaría de Vivienda, la provincia de Salta ha decidido tomar las riendas de la situación para garantizar la continuidad de las obras de construcción de viviendas, una necesidad urgente para miles de familias que llevan años esperando una solución habitacional. A través de una entrevista a Qué Pasa a la Mañana, la arquitecta Laura Caballero, presidenta del Instituto Provincial de Vivienda (IPV), confirmó que la provincia sostendrá las obras con recursos propios y un sistema de ahorro previo, a pesar de la falta de financiamiento nacional.

"La vivienda no es prioridad para el gobierno nacional", expresó Caballero con contundencia, reflejando el descontento y la preocupación que atraviesa a la provincia. Actualmente, el Gobierno nacional mantiene una deuda superior a los $1.800 millones con Salta por certificados de obra impagos, una situación que ha puesto en riesgo la continuidad de miles de viviendas en construcción.

Frente a este escenario, el IPV ha implementado un plan de contingencia para reactivar las obras. De las 2.000 viviendas en ejecución, 1.500 ya han sido reactivadas bajo un esquema de trabajo adaptado a los recursos disponibles. "Hemos renegociado con las empresas un ritmo de obra más flexible, lo que nos permitirá concluir las viviendas en plazos extendidos, pero sin paralización", explicó Caballero.

Este ajuste en los plazos de construcción busca asegurar que las familias salteñas no queden desamparadas, a pesar de la falta de apoyo económico desde Nación. Sin embargo, la decisión de la provincia de asumir la responsabilidad financiera no está exenta de desafíos. Los recursos propios y el sistema de ahorro previo representan un esfuerzo significativo para las arcas provinciales, en un contexto donde la inflación y la crisis económica nacional complican aún más el panorama.

La disolución de la Secretaría de Vivienda por parte del Gobierno nacional ha dejado a varias provincias en una situación crítica, pero Salta ha decidido no quedarse de brazos cruzados. "No podemos abandonar a las familias que esperan una vivienda digna. Es una deuda que tenemos como Estado y no vamos a eludirla", afirmó Caballero durante la entrevista.