Enrique Martínez no quiso dar la cara en R. de Lerma y no traspasó el mando al nuevo intendente

La asunción del nuevo intendente, Sergio Ramos, en Rosario de Lerma, estuvo marcada no solo por el cambio de liderazgo, sino también por la notable ausencia del ex mandatario local Enrique Martínez. Este hecho, lejos de contribuir a un traspaso de mando sin fisuras y a la construcción de un mensaje de unidad, plantea interrogantes sobre la actitud del ex líder municipal y sus motivos para no estar presente en un momento clave para la comunidad.

La ceremonia, que tuvo lugar el pasado domingo, era la oportunidad perfecta para que Martínez mostrara un gesto de compañerismo y colaboración al asistir y participar en el traspaso de responsabilidades. Sin embargo, no solo brilló por su ausencia, sino que su partida del cargo estuvo acompañada de críticas públicas y denuncias que generan dudas sobre la verdadera razón de su alejamiento.

Es válido preguntarse: ¿por qué Martínez, después de ocupar la intendencia, no se hizo presente para dar la bienvenida a su sucesor y contribuir a la transición de manera pacífica? La falta de participación en este evento crucial deja un vacío en el proceso democrático y deja a la comunidad con preguntas sin respuesta.

Martínez no solo se retiró de su cargo con críticas públicas y denuncias, sino que su ausencia en la asunción de Ramos añade una capa adicional de incertidumbre sobre las razones detrás de su partida. El nuevo intendente, Sergio Ramos, expresó su compromiso con el trabajo conjunto a diferentes fuerzas políticas y la construcción de un municipio más fuerte.