El Salteñazo cumple 56 años: estudiantes y obreros que hicieron historia

El 21 de mayo de 1969 quedó marcado como una fecha crucial en la historia de Salta. En ese día, estudiantes y obreros salieron a las calles de la capital provincial en una masiva protesta conocida como el Salteñazo. Esta movilización fue parte de un movimiento más amplio, que se oponía a la dictadura militar y expresaba la creciente participación obrera y popular frente a un contexto de ajuste económico y fuerte represión.

"Fue un enfrentamiento de oposición política contra la dictadura militar. Se articuló al proceso revolucionario que se desarrollaba a escala internacional y nacional con protagonismo obrero y que implicó el estallido de ‘azos y puebladas', huelgas generales, crisis de régimen y de gobierno", señalaron Alejandra Soler y Carlos Abrahan.

Desde 1966, en Salta, estudiantes y trabajadores se unieron para resistir las políticas represivas y los recortes presupuestarios que afectaban especialmente a las universidades. Un ejemplo fue la movilización convocada por la CGT local el 28 de junio de 1968, con motivo del segundo aniversario del golpe de Estado.

A principios de 1969, las protestas por mejoras salariales se intensificaron. En febrero, durante la llamada "Marcha del Hambre", los manifestantes se enfrentaron con fuerzas de seguridad en el centro de la ciudad. Los meses siguientes estuvieron marcados por huelgas, paros y actos de sabotaje en empresas, así como ataques al Club 20 de Febrero y al Consulado Boliviano. El 1 de mayo también se registraron enfrentamientos tras un acto relámpago.

En un marco de creciente violencia estatal contra las universidades, el 19 de mayo se realizaron movilizaciones estudiantiles, incluyendo la toma de la Facultad de Ciencias Naturales, tras una asamblea conjunta con obreros impulsada por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT).

El 21 de mayo estalló el Salteñazo. Estudiantes secundarios, universitarios y trabajadores tomaron el centro de Salta, enfrentándose a la policía con barricadas, marchas y tomas de espacios públicos y sociales. Además, exigieron la renuncia del gobernador y denunciaron las quitas salariales que perjudicaban a los obreros metalúrgicos.

Durante diez horas, la protesta se extendió con diversos métodos de lucha. La policía perdió el control y el ejército estuvo preparado para intervenir. Se calcula que participaron entre mil y dos mil personas, con acciones coordinadas. Hubo 154 detenidos y movilizaciones en otros puntos de la provincia. Los medios describieron la ciudad como un escenario de batalla.

Los días siguientes continuaron las protestas, aunque los enfrentamientos disminuyeron. Contaron con el apoyo de sectores de la CGT, trabajadores rurales, abogados, intelectuales y estudiantes secundarios. Los días 29 y 30 de mayo, en paralelo al Cordobazo, se convocó a una huelga general en Salta que tuvo gran adhesión y dejó nuevos enfrentamientos y detenciones.

El Salteñazo dio inicio a un período de auge en la lucha social en Salta que se extendió hasta 1973, con nuevas protestas y puebladas contra la dictadura militar. Su memoria permanece como símbolo de la resistencia popular y la defensa de los derechos en la provincia.