No solo esquivaron a los jubilados: el otro motivo por el cual no hubo quórum en Diputados

Este miércoles, una vez más, la política argentina dejó a la vista su peor cara. Cuando la Cámara de Diputados debía tratar una serie de proyectos claves -entre ellos una mejora real para los haberes jubilatorios- la sesión se cayó por falta de quórum. Pero no solo se patearon temas urgentes para la gente que más lo necesita. También se evitó, de manera deliberada, avanzar con la conformación de la comisión investigadora de la causa $Libra, la estafa multimillonaria con criptomonedas que involucra directamente al presidente Javier Milei.

El escándalo no es menor. No hubo voluntad política para sentarse a discutir el presente de miles de jubilados que cobran miserias, de personas que trabajaron toda su vida y hoy el Estado los abandona. Tampoco hubo interés en investigar el rol de Milei en una trama internacional que lo tiene en el centro de la escena por una estafa con criptomonedas. A las 12:31, con solo 124 diputados presentes (cinco menos de los 129 que se necesitan), Martín Menem dio por fracasada la sesión. 133 diputados decidieron no estar.

El Gobierno se autoarchivó la causa Libra

Como si el papelón parlamentario no fuera suficiente, el propio Gobierno le sumó otro escándalo al día. Por medio del Decreto 332/2025, firmado por el presidente y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, disolvieron la Unidad de Tareas de Investigación (UTI), que ellos mismos habían creado para "investigar" la participación del presidente en la causa $Libra.

Lo insólito es que aseguran que la comisión "cumplió" con su objetivo. Sin embargo, jamás se conoció un solo informe, resultado, declaración ni documento que permita saber qué se investigó, a quién se citó o qué se descubrió. En pocas palabras: se autoinvestigaron, se absolvieron y ahora se borraron. Todo sin decirle nada al pueblo.

Ausentes con nombre y apellido

La falta de quórum no fue un accidente. Fue una estrategia. El Gobierno, con apoyo de sus socios del PRO y la complicidad de algunos gobernadores, se encargó de que no se tratara ninguno de los temas incómodos. Entre los ausentes que ayudaron a reventar la sesión aparecen Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Martín Llaryora (Córdoba). En el caso de Santiago, los diputados peronistas llegaron tarde "por un retraso del avión". Pero el daño ya estaba hecho.

Diputados oficialistas se escondieron detrás de los cortinados del recinto. Literalmente. No querían aparecer en el tablero. Solo salieron para hacerle señas a Menem y pedirle que aplicara el reglamento: una vez pasados los 30 minutos sin quórum, había que levantar la sesión. Y así fue.

Resistencias mínimas

Los bloques opositores que sí dieron la cara quedaron con la palabra. Usaron el derecho a expresarse en minoría, como establece el reglamento, pero la sesión ya no tenía valor legislativo. Los proyectos no se trataron. Los jubilados seguirán esperando. La causa $Libra, también.

Y lo que está en juego no es solo un bono, una moratoria o una auditoría. Está en juego la dignidad de la gente, la verdad sobre una estafa monumental y el derecho a que la política responda por lo que hace y por lo que tapa.

La oposición ya pidió otra sesión para el jueves próximo. Si no hay voluntad política, el Congreso seguirá vacío. Pero el hambre y la injusticia, esas, nunca se van de receso.