Terrible tragedia

Familia norteña volvía de un velorio y terminaron sin vida en la ruta

Una madre y su hijo perdieron la vida junto a un tercer conductor que circulaba a más de 100 km/h en sentido contrario. La familia regresaba a Buenos Aires tras despedir los restos de un ser querido.

Un doloroso y trágico accidente conmocionó a Tucumán el domingo por la mañana, cuando un vehículo que circulaba en contramano a gran velocidad chocó de frente contra otro auto que volvía de un velorio. El hecho ocurrió cerca de las 7:30 en la autopista Tucumán-Famaillá, y dejó como saldo tres personas fallecidas y varios heridos.

Las víctimas fatales fueron Gladis Raquel Gonzáles, de 48 años, su hijo Rafael Ignacio, de 22, y Miguel Darío "El Turco" Pizzarro, de 54 años, quien manejaba el Volkswagen Gol Trend que, según informes periciales, circulaba en contramano a 140 km/h y zigzagueando por la ruta. El fuerte impacto frontal con el Renault Logan en el que viajaba la familia no dejó margen para evitar la tragedia.

El grupo familiar había viajado desde Almirante Brown, Buenos Aires, hasta Potrero de Río Grande, en Trancas (norte de Tucumán), para despedir los restos de Santos Reinaldo Gonzáles, hermano de Gladis, quien había fallecido días atrás como consecuencia de una diabetes.

Además de las víctimas fatales, resultaron heridos: Sebastián Urbabo Balderrama, de 33 años, sobrino de Gladis, con la cadera dislocada, Candelaria Ayelén Salvatierra, de 19 años, novia de Rafael, con múltiples cortes en el rostro y Lourdes Hortensia, de 15 años, hija menor de Gladis, con traumatismos leves.

Todos fueron asistidos por personal médico y, según trascendió, se encuentran fuera de peligro, aunque deberán afrontar una recuperación física y emocional difícil.

El conductor del Gol, identificado como Miguel Darío Pizzarro, era un trabajador aeronáutico de Banda del Río Salí, padre de una joven de 23 años. Si bien algunos familiares señalaron que no tenía antecedentes de consumo de alcohol, los peritos no descartan una posible intoxicación o un episodio de salud súbito, aunque los resultados toxicológicos aún no fueron informados oficialmente.

La familia Gonzáles denunció que el accionar temerario del conductor del Gol fue deliberado. "Iba decidido a no matarse solo", expresó un familiar, sugiriendo la posibilidad de que Pizzarro haya actuado con plena conciencia de sus actos, en un presunto estado de alteración mental.

Gladis era empleada doméstica y Rafael trabajaba en el sector de mantenimiento del Hospital de Clínicas en la Ciudad de Buenos Aires. Ambos eran parte de una familia trabajadora y humilde, que ya venía de atravesar un profundo duelo.

La causa continúa siendo investigada por la Justicia tucumana, que busca establecer con precisión la mecánica del accidente y el estado del conductor del Gol al momento del siniestro.

Esta nota habla de:

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Policiales

Utilizamos cookies propias y de terceros para recordar tus datos de inicio de sesión, recopilar estadísticas para optimizar la funcionalidad del sitio y ofrecerte publicidad basada en tus intereses. Si continúas navegando aceptás su uso. Para más información consultá las Políticas de Privacidad