Se salvaron del asesino silencioso: el milagro que vivió una familia salteña

Una familia de barrio 20 de Febrero estuvo a punto de morir por inhalar monóxido de carbono mientras dormía. El padre se despertó mareado y logró pedir ayuda. Los tres fueron hospitalizados. El hecho ocurrió en la madrugada del viernes, en una casa de la calle Moldes. El frío y el mal uso de artefactos a gas fueron clave. La Policía y SAMEC actuaron rápido. Todos sobrevivieron.

El hombre, de 35 años, notó que algo andaba mal. "Me dolía la cabeza, me sentía mareado, algo no estaba bien", dijo luego. Su pareja, de 27, y su hijo de 4 también estaban descompuestos. Llamó al 911. En minutos, una patrulla y una ambulancia llegaron al lugar. El diagnóstico fue presunta intoxicación por monóxido de carbono. El padre fue derivado al Hospital San Bernardo. La madre y el niño, al Materno Infantil.

Según fuentes oficiales, la familia dormía en una habitación con estufa y calefón. Las pericias determinarán cuál generó la fuga del llamado "asesino silencioso". El monóxido de carbono no tiene olor ni color. Puede causar náuseas, mareos y la muerte. El rápido accionar del padre fue clave.

Desde la Policía recordaron medidas de prevención. "Nunca se debe cerrar completamente la ventilación de los ambientes. Una rendija abierta puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte", dijeron.

Los consejos para evitar tragedias incluyen: ventilar siempre los ambientes, revisar que la llama sea azul, hacer controles anuales con gasistas matriculados, no usar hornallas para calefaccionar, y colocar detectores.
La familia está fuera de peligro. Pero el susto fue enorme.