Se hacía pasar por abogada, esposa de fiscal y médica: la peor estafadora de la historia

Laura Salinas Videla ya había sido condenada por 47 estafas, pero ni la cárcel ni la prisión domiciliaria la detuvieron. Ahora enfrenta nuevos cargos tras engañar a emprendedoras con falsas promesas de servicios judiciales y médicos.

Conocida en los tribunales mendocinos como "la estafadora serial", vuelve a ocupar los titulares tras ser detenida nuevamente por múltiples hechos de fraude. Con una condena previa por 47 estafas, cumplió casi dos años de cárcel, pero lejos de reinsertarse, retomó sus engaños con nuevas víctimas y métodos aún más osados.

En plena pandemia, en 2020, fue arrestada por una seguidilla de estafas en las que se hacía pasar por funcionaria del Gobierno provincial. Prometía beneficios habitacionales del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) a cambio de dinero. En 2021 fue condenada por casi medio centenar de fraudes, pero tras su liberación continuó con sus maniobras delictivas.

Salinas operaba bajo diversas fachadas: abogada del Poder Judicial, médica obstetra, gestora judicial, funcionaria pública y hasta esposa de un fiscal. Bajo estas identidades, ofrecía "contactos" para limpiar antecedentes penales por $400.000, tratamientos de fertilidad por $1 millón o incluso servicios de catering que jamás pagaba.

Uno de los casos más recientes ocurrió en mayo de 2022, cuando contactó a una emprendedora mendocina que tejía prendas. Usando el alias "Carolina", le encargó mercadería por $150.000 con la promesa de pagarla en efectivo. Recibió los productos pero nunca abonó.

Incluso estando detenida en la Comisaría Cuarta en octubre de 2024, logró contactar a otra interna por videollamada, asegurándole que había salido en libertad gracias a "contactos" judiciales. La víctima, creyendo en la falsa promesa, transfirió $400.000 para obtener una excarcelación que nunca existió.

En julio de 2024, Salinas volvió a la carga. Se presentó como médica obstetra y esposa del fiscal Flavio D'Amore ante una emprendedora de mesas dulces. Inicialmente, contrató un servicio y lo pagó, ganando la confianza de la víctima. Luego, la convenció de que podía facilitarle un tratamiento de fertilidad, pero exigía un millón de pesos para estudios previos. Todo resultó ser un elaborado engaño.

Tras este último episodio, el 5 de mayo de 2025, la Justicia decidió revocar la prisión domiciliaria de Salinas. La jueza Mariana Gardey ordenó su detención inmediata y dictó prisión preventiva a pedido del fiscal Juan Ticheli.

Salinas Videla permanecerá ahora detenida mientras avanza el proceso judicial por estos nuevos delitos. Su historial penal, el riesgo de fuga y la reiteración delictiva fundamentaron la medida. Y aunque ya tiene una condena firme, las causas en curso podrían agravar su situación legal y extender aún más su estadía tras las rejas.

La historia de Laura Salinas Videla es una muestra clara de cómo la estafa puede adquirir formas insospechadas cuando se combinan carisma, manipulación y una red de mentiras bien construida.