Salió a comprar algo para tomar y no volvió más: así la encontraron

La Justicia de Santa Cruz dictó este miércoles una sentencia ejemplar en el caso que estremeció a El Calafate: Luis Zúñiga y su hijo René fueron condenados a prisión perpetua por asesinar a puñaladas a Soledad Burgos, una mujer de 36 años y madre de cuatro hijos, en un ataque ocurrido en plena vía pública.

El fallo fue emitido por la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial de Río Gallegos, que los encontró responsables del delito de "homicidio calificado por ensañamiento y alevosía con el concurso premeditado de dos o más personas".

Verónica Zúñiga, hija y hermana de los principales acusados, recibió una pena de 12 años de prisión. Según consideró el tribunal, su rol fue el de "partícipe secundaria" en el crimen perpetrado en agosto de 2022.

La decisión del tribunal coincidió con el pedido de la fiscal de juicio, Verónica Zuvic, quien intervino durante el debate realizado en el Concejo Deliberante de la ciudad.

El tribunal desestimó el pedido de la querella de considerar el hecho como femicidio. Los representantes legales de la familia Burgos sostuvieron que se trató de un "crimen de odio a la mujer" y remarcaron que los agresores atacaron directamente a Soledad, a pesar de que ella estaba acompañada por dos hermanos y un sobrino menor de edad.

Ni la fiscal ni los jueces aceptaron este enfoque, al igual que rechazaron el planteo de la defensa, que pretendía una calificación menos grave bajo la figura de "homicidio en riña".

"Es posible que apelemos la condena a Verónica Zúñiga: entendemos que los tres fueron los asesinos y la condena debe ser perpetua para los tres", expresó Pablo Ferro, abogado de la familia de la víctima. Aun así, reconoció que la resolución judicial les trajo "alivio".

El crimen ocurrió la madrugada del 2 de agosto de 2022. Soledad había salido a comprar bebidas durante el cumpleaños de su madre. Al regresar con otros tres familiares, pasaron frente a la casa de los Zúñiga, con quienes mantenían una antigua enemistad.

Según testigos, hubo un cruce verbal. Al volver del kiosco, la familia fue interceptada. "Los Zúñiga los estaban esperando armados con cuchillos", relataron allegados a la víctima.

Soledad recibió 12 puñaladas y varios golpes. Se desplomó a pocos metros de su hogar. Los efectivos de seguridad llegaron rápidamente, pero no pudieron evitar que muriera desangrada. Fue trasladada al hospital SAMIC, donde los médicos no lograron salvarla.

El hecho generó un fuerte impacto en la comunidad. Fue el primer asesinato en El Calafate desde el crimen de Fabián Gutiérrez, exsecretario de los Kirchner, ocurrido en 2020. La brutalidad del ataque y el motivo trivial que lo desató aumentaron la indignación.

"La pelea con ellos arrancó una vez que mi hermano Juan, que entonces tenía 16 años, le pegó un pelotazo a un nieto de Luis Zúñiga, de 13, mientras jugaban al fútbol", recordó Mabel Burgos, hermana de la víctima. Contó que en ese momento, el mayor de los condenados reaccionó violentamente: "Lo tiró a mi hermano y lo empezó a ahorcar en el piso. Ahí se metió otra hermana mía, Yamila, y le tiró un piedrazo para que no lo matara".

Esa fue la chispa que encendió una rivalidad que, con el tiempo, terminó en tragedia. "Nos cruzaron cuando volvíamos de comprar y nos empezaron a atacar. Cuando vi que tenían cuchillos, quise sacar a mi sobrino para que no lo apuñalaran. Fueron apenas unos segundos y ahí la vi a mi hermana arrodillada y agarrándose del cuello", relató Andrés Burgos.

Sobre los últimos instantes de Soledad, agregó: "Me quedé acostado con ella, tapándole la sangre. Le preguntaba de dónde le salía, pero la verdad es que tenía heridas en todo el cuerpo. Y no podía hablarme. Lo intentaba, pero se ahogaba con la misma sangre".

La justicia habló, pero para una familia, la herida sigue abierta.