Una locura: lo que hizo el asesino del peluquero antes de ir a atacarlo

Horas antes de cometer el terrible crimen en una peluquería de Recoleta, el colorista Abel Guzmán mantuvo una perturbadora conversación con una empleada de un supermercado cercano. Según el testimonio de la joven, Guzmán, quien se había rapado la cabeza esa misma mañana para que no lo reconozcan, le entregó una frase estremecedora: "Porque voy a matar a alguien". La empleada, sorprendida, pensó que se trataba de una broma.

Guzmán, un hombre de trayectoria en el mundo de las peluquerías, era conocido por su trabajo con tratamientos de keratina y había perfeccionado su habilidad en un salón de Recoleta. Aunque tenía su clientela, era percibido como un individuo solitario y retraído, en contraste con la víctima, Germán Medina, quien era muy sociable. Los colegas describían una tensión creciente entre Guzmán y Medina, alimentada por problemas de ego y disputas sobre la clientela.