Plantaban pruebas y vendían drogas: cayeron los peores policías de Salta

Hace una semana, se iniciaron las audiencias en la Sala VII del Tribunal de Juicio, encabezada por el magistrado Francisco Mascarello, en contra de dos oficiales de policía de la provincia. Los acusan de falsificación ideológica, incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos y privación ilegítima de la libertad agravada en concurso real. Actualmente, en medio de un completo hermetismo, podría concluir hoy el proceso judicial contra Luis Guillermo Moreyra (oficial) y Claudio Fabián Galván (suboficial).

Los agentes enfrentan cargos relacionados con sus supuestos vínculos con el tráfico de drogas, así como la presunta colocación de evidencia (droga) en diversos operativos que ellos mismos solicitaban llevar a cabo. Estos incidentes se remontan a 2016, aproximadamente siete años atrás.

Según lo revelado durante las audiencias, todo comenzó con la investigación de Héctor Álvarez, un conocido narcotraficante de Villa Juanita, sobre quien se realizaron escuchas telefónicas y otras acciones. Álvarez era el líder de una organización de narcotráfico que fue desmantelada en 2016.

Durante estas pesquisas, descubrieron que uno de los compradores de droga que adquiría para su posterior venta respondía al apodo de "Manteca". Los investigadores de la Policía Federal Argentina (PFA) identificaron a "Manteca" en la residencia del oficial de policía de la provincia, Claudio Galván. A partir de ese momento, se interceptaron sus comunicaciones telefónicas y surgieron pruebas que también implicaron al otro oficial imputado, Moreyra.

Las escuchas revelaron que se estaban planeando allanamientos en los que se colocaba droga, y se presentaban amigos como testigos que firmaban actas y luego desaparecían del caso. En una grabación, uno de los acusados insta a un testigo a declarar que encontraron droga en un pañal.

Con las pruebas obtenidas y la autorización del tribunal, la Policía Federal allanó la residencia de los acusados, donde incautaron dinero en efectivo, sobres sellados con firmas de testigos, algunos de los cuales contenían droga, actas ya preparadas y firmadas, y otros elementos de valor.

De acuerdo a lo expuesto durante las audiencias, los oficiales de policía mantenían relaciones con narcotraficantes que les proporcionaban información sobre la ubicación de rivales en el negocio del narcotráfico. Cuando no encontraban evidencia incriminatoria, la plantaban. Esta práctica de colocar pruebas falsas se les atribuye en varias investigaciones, incluyendo el caso del doble asesinato de las turistas francesas.

Varios testigos pasaron por la Sala VII, incluyendo personal de la Brigada de Investigaciones de la PFA, como el cabo Núñez y Sotelo, el sargento López Mamaní y Javier Aguilera, quien era el jefe de la Brigada en 2016.

Hoy concluirá el juicio, una audiencia que ha estado en curso desde el miércoles de la semana pasada en la Sala VII con un tribunal unipersonal. En representación del Ministerio Público Fiscal (MPF), el doctor Federico Jovanovics estará presente.