La Policía volverá a usar "detectores de mentira" para atrapar delincuentes

La Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reintrodujo el uso del polígrafo, comúnmente conocido como "detector de mentiras", en las fuerzas policiales argentinas a través de la creación de la "Unidad de Pruebas de Polígrafo". Esta medida revierte una decisión tomada durante la administración anterior de prohibir su uso debido a su falta de confiabilidad y su potencial para violar los derechos humanos.

La decisión de Bullrich se basa en la necesidad de contar con herramientas para fortalecer el "control de integridad" de las fuerzas policiales. La Unidad de Pruebas de Polígrafo será la encargada de realizar las pruebas a los agentes que deseen ingresar a determinados grupos o equipos especiales, o que cumplan funciones específicas.

Según la resolución ministerial, el uso del polígrafo está validado por agencias de seguridad de países como Honduras, Ecuador y México, y también cuenta con el aval de los Departamentos de Justicia y Defensa de Estados Unidos.

Críticas a la medida

La reintroducción del polígrafo ha generado críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y expertos en psicología, quienes cuestionan la confiabilidad del método y su potencial para vulnerar los derechos de los agentes policiales.

Argumentan que el polígrafo no es una herramienta infalible para detectar mentiras y que su uso puede generar resultados falsos positivos o negativos. Además, advierten que las pruebas de polígrafo pueden ser utilizadas para intimidar o coaccionar a los agentes policiales.