Cositorto se declaró inocente y negó las estafas a inversores salteños
El fundador de la polémica firma respondió ante la justicia salteña en el juicio por 118 estafas y asociación ilícita. Dijo que Generación Zoe era solvente y culpó a una fiscal por el colapso del sistema.
Este miércoles se reanudó el juicio que se sigue en Salta contra Nelson Leonardo Cositorto, fundador de la cuestionada organización Generación Zoe, acusado por 118 hechos de estafa y asociación ilícita, junto a otros cuatro miembros del staff local. En su declaración, Cositorto negó haber querido defraudar a nadie, se autodefinió como coach financiero y espiritual, y afirmó que el colapso de su empresa se produjo por una acusación judicial que le bloqueó cuentas y criptomonedas.
El tribunal, integrado por los jueces Martín Pérez, Javier Aranibar y Leonardo Feans, rechazó un planteo de nulidad hecho por su defensa, aunque aceptó nuevas pruebas. Tras ello, Cositorto decidió declarar, mientras que el resto de los imputados -Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz- lo harán en el transcurso del debate.
Durante una extensa exposición, el imputado repasó su recorrido profesional desde 2017, cuando fundó Generación Zoe en Colombia, hasta su llegada a Argentina en 2018. Señaló que su empresa era "solvente" y que pagaba puntualmente los intereses a los inversores hasta febrero de 2022, cuando una fiscal cordobesa lo denunció y se emitió una alerta internacional.
"Me quitaron el capital social, que era la confianza de la gente", dijo. Cositorto aseguró que fue arrestado en República Dominicana mientras abría una nueva sede y no por intentar fugarse.
Cositorto afirmó que la sede salteña de Generación Zoe fue abierta en diciembre de 2021, y que fue Ricardo Vilardel quien la coordinó, convocando a sus familiares. Remarcó que Vilardel no era financista, sino coach, y que él se ocupaba de enviarle el dinero recolectado. Negó haber ordenado el cierre de la oficina local y aseguró que "siempre tuvo la intención de pagarle a los fiduciantes".
Según su versión, solo 118 de los 600 inversores salteños denunciaron penalmente, y justificó el esquema de pagos del 7,5 % mensual como producto del trading financiero, no de un fraude.
La fiscal Ana Inés Salinas Odorisio, de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), sostiene que Generación Zoe no operaba con inversiones reales, sino a partir de un esquema piramidal en el que se pagaban intereses con fondos de nuevos ingresantes. La promesa de ganancias de hasta un 10 % mensual (120 % anual) no se sostenía con actividad económica comprobable.
Tras la declaración de Cositorto, se inició la etapa de prueba testimonial con ocho damnificados, varios de los cuales relataron que conocieron la propuesta a través de Ricardo Vilardel, en el ámbito de una iglesia evangélica donde él era pastor.
El juicio continúa en el Tribunal de Juicio Sala I de Salta, y se espera que en las próximas jornadas declaren más testigos y se profundice sobre el funcionamiento interno de la firma y el rol de cada imputado.
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