Familia salteña denuncia a una carpintería ilegal que afecta a su hija con TEA

Un grave problema vecinal en el barrio Mirasoles, derivó en una causa judicial luego de que un vecino denunciara a un taller de carpintería de aluminio que opera de forma clandestina. Tras la investigación, notaron que el lugar genera ruidos permanentes por el uso de maquinaria industrial, música a alto volumen y ladridos continuos de perros de gran porte que se encuentran en el domicilio.

La situación afecta especialmente a una familia cuya hija de 15 años fue diagnosticada con Trastorno del Espectro Autista (TEA), condición que implica hipersensibilidad auditiva. Según explicó el denunciante, los ruidos constantes alteran seriamente la rutina y la salud de la joven, y ya han hecho varios intentos por resolver el problema sin éxito.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) explican que los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de afecciones diversas. Se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación. Otras características que presentan son patrones atípicos de actividad y comportamiento; por ejemplo, dificultad para pasar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones.

La Unidad Fiscal Contravencional (UFICON), que llevó adelante la investigación, reunió pruebas como grabaciones de los ruidos y constató que el taller no cuenta con habilitación municipal ni con las medidas de seguridad exigidas por ley. En este sentido, el artículo 72 del Código Contravencional sanciona los ruidos que perturban la tranquilidad, y el artículo 64 establece penas para quienes operen sin condiciones mínimas de seguridad.

Además de solicitar la elevación a juicio, desde la fiscalía se pidió al Juzgado de Garantías la clausura preventiva del taller, considerando que su actividad sigue vulnerando los derechos de los vecinos y representa un riesgo para la convivencia en el barrio.