Ola de inseguridad en Villa Soledad: entraron a robar a una confitería

Villa Soledad, una zona tradicionalmente tranquila, se ha visto sacudida en las últimas semanas por una creciente ola de inseguridad que tiene a los vecinos en alerta. Denuncias por robos a domicilios, locales comerciales y vehículos, sumadas a la presencia de delincuentes merodeando la zona, han encendido las alarmas de la comunidad. Los hechos, cada vez más frecuentes, han dejado a los residentes con una sensación de vulnerabilidad y desprotección.

Uno de los casos más recientes ocurrió en una confitería ubicada sobre la calle Pedro Pardo, casi esquina Francisco Arias. Dos delincuentes planificaron el robo con precisión: uno de ellos ingresó al local haciéndose pasar por una persona sedienta y pidió un vaso con agua. Al salir, se reunió con un cómplice a quien le describió el interior del lugar. Minutos después, el segundo individuo entró al comercio y, en cuestión de segundos, arrebató el celular del establecimiento. El hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad, pero hasta el momento no se han reportado avances significativos en la investigación.

Este incidente no fue un caso aislado. A pocas cuadras de la confitería, otro robo tuvo lugar en un domicilio ubicado sobre la calle Francisco Arias. Una persona ingresó a la vivienda y se llevó varias pertenencias, dejando a la familia afectada en estado de shock. Además, a tan solo unas cuadras de allí, otro delincuente robó la batería de un vehículo que estaba estacionado en la vía pública. Estos sucesos han generado indignación entre los vecinos, quienes exigen mayor presencia policial y medidas concretas para frenar la ola de delitos.

Los reclamos por inseguridad no son nuevos en Villa Soledad. Vecinos ya habían denunciado previamente que la zona se ha convertido en un foco de problemas, con actividades ilícitas como la prostitución que se ejerce a cualquier hora del día, incluso a metros de una escuela Escuela N° 4645 (ex 25 de Mayo de 1810). Esta situación ha generado preocupación entre los padres y docentes, quienes temen por la seguridad de los niños y adolescentes que transitan por la zona.