El terrible dato que se conoció de la única testigo que vio la muerte de un pediatra

El pasado domingo 8 de junio, una tragedia sacudió a muchas personas cuando el reconocido pediatra Diego Quirós y su hijastro de 9 años, Iñaki, perdieron la vida en un accidente fatal sobre la Ruta 88, a la altura de Miramar. El vehículo en el que viajaban colisionó contra un acoplado que se habría desprendido de un camión que transportaba 44 mil kilos de cereales.

La colisión ocurrió cerca de las 19.30 en el kilómetro 45 de dicha ruta, cuando el Mercedes Benz conducido por Quirós impactó de lleno contra la parte trasera del acoplado, que presuntamente circulaba sin luces, sin neumáticos en condiciones y sin la Verificación Técnica Vehicular (VTV) vigente.

Francisco Quirós, hijo del médico fallecido, aseguró que logró contactar a la única testigo del accidente, quien le reveló que momentos antes del impacto su padre fue sobrepasado por una camioneta Volkswagen Amarok. Según dijo, no pudo aportar muchos más detalles debido a la oscuridad del lugar. Sin embargo, Francisco fue contundente: "Fueron errores del conductor del camión", y remarcó que las pericias confirmaron las fallas graves del vehículo.

Además, el joven denunció que el chofer del camión, Raúl Alejandro Lozano García, no tenía registro de conducir y cuenta con antecedentes penales. A pesar de esto, Lozano García fue liberado bajo caución juratoria, aunque continúa imputado por el delito de homicidio culposo agravado por la multiplicidad de víctimas. Ante esta situación, el fiscal Rodolfo Moure apeló la decisión judicial, argumentando riesgo de fuga debido a la condena previa del imputado.

Francisco Quirós exigió justicia y fue claro: "Puede tener la excarcelación, pero carga con dos muertes, porque mató a mi papá y mató a Iñaki".

El hecho generó una profunda indignación social y encendió nuevamente el debate sobre los controles vehiculares, la responsabilidad en el transporte de cargas y la falta de rigor en la fiscalización de rutas. Mientras avanza la investigación judicial, la familia de Diego e Iñaki llora una pérdida irreparable.