Detuvieron a policía por robarse sobres de jugo Tang, lo liberaron horas más tarde y luego se pegó un tiro

La ciudad de Bahía Blanca se vio sacudida por un trágico suceso que culminó con la muerte de un comisario de 41 años. Luis Adrien Zelarrayán, perteneciente a la Policía Bonaerense y en servicio en la comisaría 3° de Hurlingham, fue hallado sin vida en circunstancias que apuntan a un aparente suicidio con un disparo en la sien.

El desafortunado incidente ocurrió luego de que Zelarrayán fuera detenido horas antes por el presunto robo de sobres de jugo Tang y un pote de gel para el cabello, sustraídos de una cooperativa en la calle Sócrates. Tras su arresto, permaneció bajo custodia en la comisaría 4° de Bahía Blanca, siendo liberado posteriormente por tratarse de un delito considerado menor, bajo la orden de la fiscal Claudia Lorenzo.

La esposa del comisario fue quien lo encontró sin vida en su auto, reportando su fallecimiento al llamar al servicio de emergencias 911. Antes de tomar la fatídica decisión, Zelarrayán habría enviado un mensaje de despedida a su esposa e hija, disculpándose por su elección.

Según fuentes locales, familiares del policía señalaron que en los meses previos Zelarrayán experimentaba episodios psiquiátricos, atribuidos a las presiones laborales que enfrentaba en su entorno policial. Indicaron además que el oficial manifestaba estar cansado de ciertas situaciones que debía soportar en su ámbito laboral.

En el lugar del trágico hallazgo se incautó un arma de fuego Bersa Thunder calibre 9 mm, así como el automóvil Renault Clio propiedad del policía. La causa ha sido catalogada como "suicidio", siendo intervenida por la Superintendencia de Seguridad Región Interior Sur.

El desenlace fatal del comisario Zelarrayán deja interrogantes sobre la salud mental y las tensiones laborales en el ámbito policial, generando consternación en la comunidad y poniendo de manifiesto la importancia del cuidado de la salud mental en profesionales expuestos a situaciones de estrés.