Emi Alonso

Columnista
La indiferencia mata

La falta de agua, una sentencia a muerte y la caída del patrón de Embarcación

La historia de Alfredo "Fredy" Llaya, un jefe comunal que dejó en el pasado a su pueblo. Entre la falta de agua o el agua contaminada.

En los últimos días, Embarcación se expresó contra las políticas que gobernaron durante más de 20 años. Durante dos décadas, el intendente Alfredo "Fredy" Llaya no supo brindar una solución de fondo para los habitantes de esa localidad, y es posible decir esto con solo buscar información sobre el acceso a los servicios básicos.

Embarcación nuclea a varias comunidades originarias, entre estas, Misión Chaqueña, Misión Carboncito, Padre Lozano, Misión Salim, Dragones, Hickman y otras que en conjunto representan un importante porcentaje de habitantes en ese municipio. La mayoría de estos parece vivir en el pasado y entre profundas carencias. Palos y bolsas emplazan el modelo de vivienda base de la zona y como hace siglos atrás, las personas siguen esperando la llegada de los servicios básicos.

Este nivel de miseria y una educación bastante limitada forman el caldo gordo del cual se nutre este patrón del norte y su conjugue, la senadora Nora Cannuni, que además coordina el área de Acción Social en el Ejecutivo Municipal. Ambos acusados de manipular a los miembros de las comunidades originarias para conseguir votos, utilizando como herramienta la ayuda social, única esperanza de subsistencia en el lejano Embarcación.

La sequía empieza en el alma de los Llaya

Como fue señalado, no todos en Embarcación tienen acceso a un servicio tan elemental como el agua. Más de una vez hemos escuchado que el agua vale más que el oro, y en las comunidades resulta más sencillo entenderlo.

Miembros de diversas comunidades señalaron que el problema tiene un poco más de 10 años, en principio la falta de mantenimiento de los equipos que proveían agua y la indiferencia a la hora de responder al pedido de obras se conjugan como eje principal de la miseria que azota al municipio de Llaya.

El Centro de Salud de Misión Carboncito, el Hospital San Roque, y otras dependencias del sistema de salud también han dado cuenta de la problemática del agua. "A veces tenemos, a veces no", manifestaron profesionales de la salud.

El método con el cual intentan superar la escasez de agua encierra peligros que muchos en la comunidad conocen e identifican, pero como nos lo han dicho "es eso o morir".

Sentencia a muerte por cuentagotas

No es sencillo comprender esto cuando a pocos pasos una canilla resuelve tu problema, pero en las comunidades originarias de la Embarcación de Llaya hacer frente a la crisis del agua, como dijimos, puede ser más peligroso.

Existen dos formas de adquirir el líquido vital, una manguera en medio de un charco de agua podrida que una vez sorteadas las enfermedades y picaduras de mosquito (Dengue) permitirá juntar en un recipiente que porte "el consumidor". El otro camino, es esperar la poco frecuente visita del camión cisterna, propiedad del municipio, con los mismos recipientes.

Para hacernos una idea, las formas para hacerse con algunos de estos recipientes que puedan conservar importantes cantidades de agua, no son muchas. Miembros de las comunidades buscan bidones desechados al costado de la ruta, en su mayoría provenientes de fincas donde se aplican agrotóxicos, envasados de origen en bidones, "la finca de Jalit de Pichanal", contó un referente. 

Una vez recolectados, estos bidones se higienizan, con los pocos elementos que se cuenta para esto, y así, de almacenar veneno pasarán a conservar este líquido que los seres humanos necesitamos si o si para sobrevivir.

Es imposible no remarcar que el glifosato es un potente herbicida que causa daños profundos en la salud de animales y seres humanos, en el mundo se discute el uso y la prohibición de muchos productos de esta índole, por su potencial cancerígeno y una gran variedad de cuadros patológicos.

La salud, en coma

Ya mencionamos la problemática del agua que sufren por ejemplo el Centro de Salud de Misión Carboncito y el Hospital San Roque, además de esto, la falta de infraestructura, medicamentos, profesionales, y hasta aparatología fue motivo para que los profesionales de la salud salgan a las calles a manifestarse, por ende, encontrar soluciones aquí a todo lo descrito anteriormente será difícil.

Hasta el momento, poco ha cambiado la realidad del nosocomio y de la salita. Los trabajadores siguen esperando a que se concreten los compromisos de las autoridades del Ministerio de Salud, como así también las gestiones supuestamente realizadas por la flamante senadora del departamento San Martín, Nora Cannuni de Llaya, o en su defecto el propio intendente vetusto.

Trabajadores contaron a este medio sobre el preocupante incremento en cuadros relacionados con diarrea, vómito y consultas oncológicas. Si bien no hay cifras aun de un incremento en los casos de cáncer en la zona, se espera que el tiempo lo arroje.

Mejor no hablar de ciertas obras

La obra pública tampoco fue una gran virtud de la gestión, hasta el momento se esperan los informes correspondientes a una planta de tratamiento de líquidos cloacales que se debía construir con dinero del Fondo de Reparación Histórica. Según un relevamiento de la UCA, 9 de cada 10 hogares en la Embarcación de Llaya no tienen cloaca, otro servicio básico inexistente.

Más allá de las obras que no están, o las que quedaron a mitad de camino, la figura de Llaya alcanzó su pico máximo de popularidad, con un puente que llegó a todos los medios nacionales y se hizo conocido como: el puente de la vergüenza. Este paso que debía construirse en el paraje la Media Luna, costó más de medio millón de pesos y sigue sumando críticas en la plataforma change.org y los pedidos de auditoría podrían llegar en cualquier momento.

La permanencia eterna de patrones ha sido la propia causa del intenso desgaste de la imagen de los intendentes, en donde sus propios representados, que alguna vez los apoyaron comienzan a dar la espalda, y la reprimenda extorsiva con la ayuda social solo aumenta el rechazo. 

La alternancia, una de las virtudes más maravillosas de la democracia, como el agua, no han llegado a Embarcación, pero podrían llegar.

Comentarios

  • gaby

    mientra siga las mafia en el poder llaya ,jalik son intocable

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  • bruno

    tremendo es hora que los intendentes tengan limite a sus mandatos y comenzar a meter presos y confiscar sus bienes robados o producto del robo, pero tambien el gobernador fantasma urtubey permitio todo esto el infeliz, porque son los gobernadores quienes deben garantizar los srvicios basicos, agua, cloacas, luz, basicos para vivir.

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  • braulio

    LACRA DE TIPO, yo creo que habria que prohibir que estos turcos sean intendentes no??, siempre son los mismos y son unos ladrones, agua es lo basico encima con esta calor, cloacas asi no se contaminan rios ni nada. Pero esta lacra debe ser rico, y los boludos de los indios de ahi deben votarlo, peor tambien los debe comprar barato.

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  • Miguel

    Muy buen artículo, Emilio. Hoy en Morillo sus habitantes están soportando 48° de temperatura sin luz ni agua potable. Este artículo se debe viralizar para q tomemos conciencia del grado de desidia y negligencia en estos gobiernos. Un abrazo!

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    • jose

      porque no se van a vivir en Salta capital ?

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