Martín Plaza

Delegado de la Casa de Salta
#SaltaElige

Narciso

Estamos cansados de Narcisos, que nunca miran a los costados.

Cuenta la mitología griega, que Narciso estaba tan enamorado de si mismo, que termino arrojándose a una fuente en la que solo podía ver su propia imagen reflejada en todos lados.

La política se construye, y es ajena a los personalismos. En los últimos tiempos, en todos los países del mundo, se ha entendido que la armonía de intereses de una sociedad (que es el objetivo de todo gobierno), nunca puede ser sectorial. Los partidos políticos, esas organizaciones del siglo pasado, que aun sirven de fuerza impulsora de los frentes, son los que dan estructura y organización en los tiempos electorales. El debate de ideas y de políticas publicas, en la actualidad se da en otros ámbitos, nuevos ágoras como los medios, las redes sociales, los centros vecinales.

Aquellos que sectorizan la política, atándose a una solo estructura de ideas y personas, seguramente gobernarían de la misma forma, con esas anteojeras, con esas limitaciones, con esos egoísmos.

Gustavo Sáenz viene conformando un frente con actores e intereses locales desde hace muchos años. Gano elecciones y gobernó con esa norte. Es consecuente al proponer su oferta electoral actual. Hay allí tanta lectura de la realidad, que la conformación de la formula con el Gringo Morocco muestra a la perfección este estilo de política, esta forma de ver las cosas.

Mientras que este ultimo frente se abre, incluye, integra y abraza. Los otros sectores se encierran, rechazan, proscriben, se enojan. El primero trata de unir y renovar, los segundos solo continuar en el poder.

No hay acá jugada maestra, ni panquequismo, hay responsabilidad de gobierno. Ética política. Lectura atenta de la realidad.

El que en su propuesta electoral es mezquino, adueñándose de todas los posiciones políticas expectantes, o negando el derecho a competir, o ensoberbeciéndose con sus ideas, sin escuchar e incorporar las ajenas, solo muestra lo que podría ser esa personalidad en una situación de poder.

El candidato a presidente nacional que arraso en los recientes pasos, no hizo más que interpretar lo que la sociedad quiere. No quiere sectarismo, ni defensa de sectores minoritarios, ni odio, ni venganza. La sociedad estará vigilante que estos objetivos, efectivamente se constituyan en propuestas económicas, sociales y culturales, de inclusión, trabajo, desarrollo y paz social.

En todo el país, la gente voto por el no-odio, y si por la humildad, el trabajo, y el compromiso con la gente.

Esos objetivos, deben ser chequeados por la comunidad al momento de decidir. Estar atentos en la gestión de los candidatos, en su personalidad, en su trayectoria, en su amplitud, y en su espíritu de empatía, de integración , de preocupación por el otro, por los otros. No en vanidades personales. Estamos cansados de Narcisos, que nunca miran a los costados. 

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